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Ana Castaño Rey Nueva coordinadora de Izquierda Unida

“IU en el Ayuntamiento está siendo valiente, con decisiones que tendrán repercusión”

“Podemos debe decidir si quiere ser oposición permanente o formar parte de algo que permite cambiar la vida de la gente, aunque sea poco”

Ana Castaño, en el puerto deportivo. | Ángel González

Ana Castaño Rey (Pesoz, 1961) ya es oficialmente la coordinadora de Izquierda Unida Xixón. Un cargo que ocupará durante tres años esta trabajadora municipal, veterana militante, diputada nacional durante unos pocos meses y concejala en el Ayuntamiento de Gijón cuatro años. La militancia ratificó ayer su nombramiento por unanimidad. Castaño es la primera mujer que alcanza ese cargo.

 –Se ha puesto en valor que usted sea una coordinadora de consenso, ¿tan mal estaban las relaciones internas en IU Gijón?

–Pasamos por una situación tensa en 2015 a partir de la que hubo una distancia muy grande entre diversos sectores, con una parte que decidió quedarse al margen de la vida habitual de la organización. Soy una coordinadora de consenso en la medida en que todos los sectores de IU vamos a volver a confluir y trabajar juntos.

–¿Su receta mágica?

–Ninguna, es el tiempo. No hay ninguna persona, y desde luego no me voy a envanecer de serlo yo, que por si misma consiga que lo que durante años no se había cosido, se cosa de repente. Es el tiempo, la reflexión, el convencimiento de que poco podemos hablar de tejer lazos dentro de la izquierda si como organización no somos capaces de trabajar juntos. Desde la diferencia, eso lo entiendo.

–¿Cual es hoja de ruta?

–No soy persona de cambios radicales. No creo que mañana tenga que hacer unos movimientos dentro de IU que demuestren que he llegado. Soy reflexiva, tranquila, ordenada y una persona que pondera las decisiones. Quiero constituir un equipo y trazar un plan de trabajo y de intervención en la ciudad para el próximo año.  Estamos haciendo una gran labor institucional pero como organización debemos tener más presencia en la ciudad. Yo aspiro a eso y a tejer más lazos con el tejido asociativo.

–¿Considera que IU ha perdido peso en la sociedad gijonesa?

–No somos ajenos a la sociedad que vivimos. Por ejemplo en el envejecimiento. En nuestra militancia ha habido personas de cierta edad que se han alejado del día a día y tenemos dificultad para contactar con gente más joven. Además nosotros éramos partícipes de movimientos más tradicionales como el vecinal o el sindical, donde nos hemos curtido todos, y hay otros movimientos que nos han quedado más alejados, que no son nuestro hábitat. Y después está la pandemia nos ha golpeado a todos. Retomar la actividad de las organizaciones no es sencillo.

–¿Cómo valora el trabajo de IU en el gobierno municipal a través de Aurelio Martín?

–Lo está haciendo bien. Está siendo el Aurelio que yo conozco, una persona con olfato político. Está siendo valiente tomando decisiones, polémicas es evidente, pero cuyo impacto en la ciudad podremos valorar transcurrido un tiempo.

–Pues mientras llega ese tiempo de valoración el presente está lleno de duras críticas...

–Si, es complicado, es duro, pero nosotros no venimos a la política para decir o hacer aquello que en un momento dado pueda ser más grato. Y hacerlo desde un cálculo meramente electoralista. Si fuera así Aurelio podría haber tenido un área más cómoda que le permitiera de todas maneras brillar. Nos estamos mojando en un área difícil (IU lleva la concejalía de Medio Ambiente y Movilidad), donde se toman decisiones que no gustan a todo el mundo pero que tendrán repercusión.

–¿No teme que ser el malo de la película se deje sentir en unas urnas que no están lejos?

– Sinceramente, no lo creo. Hace cuatro años hicimos buen trabajo, no caíamos mal a casi nadie y no obtuvimos buen resultado. Yo creo que lo que hacemos es un trabajo coherente y desde luego no nos guía el resultado del 23.

–¿Cual es el grado de ejecución de las 88 medidas de su pacto de gobierno con el PSOE?

–Se van cumpliendo pero no nos vamos a engañar, la pandemia se atravesó y cuestiones que en ese momento eran importantes se sustituyeron por otras. Hay otra cosa que yo siempre advertí y es que echar a andar una estructura como el Ayuntamiento de Gijón tras una parálisis de ocho años no iba a resultar fácil, y es lo que está sucediendo. No se pueden revertir dinámicas de un momento para otro. Si que llegue yo a IU no lo va a cambiar radicalmente, la llegada de la izquierda al gobierno de Gijón no ha cambiado inmediatamente esas estructuras.

–Había compromisos políticos que se han dejado pasar como el IBI para ricos.

–El IBI diferenciado es una buena idea, que se aplica incluso en ayuntamientos gobernados por el PP y no lo hemos dejado pasar. El gobierno tuvo que establecer acuerdos para aprobar las ordenanzas fiscales y lamentablemente en ese acuerdo se cayó el IBI diferenciado.

–¿Qué pasa en el Ayuntamiento de Gijón para que Podemos, IU y PSOE no se puedan entender como si se entienden en el gobierno de España?

–Quizás habría que preguntárselo a otros... Las organizaciones tienen que madurar. Con todo el afecto a la gente de Podemos, deben decidir si quieren estar en la oposición permanente o quieren formar parte de algo que les permita cambiar, aunque sea poco y no sea todo lo que tu quieres, la vida de la gente. Unidas Podemos lo ha visto. Estoy segura de que Irene Montero, Ione Belarra y Yolanda Díaz querrían llevar más adelante las políticas de sus áreas pero han decidido participar en un gobierno porque así pueden avanzar en cosas. Me gustaría que Podemos en Gijón evolucionara. Hay otra oportunidad ahora como la negociación presupuestaria.

–¿Usted también demoniza a los coches como acusa la derecha a su compañero Aurelio Martín?

– No le tengo especial manía a los coches pero Gijón es una ciudad donde la mayoría de las personas nos podemos desplazar andando y tendremos cada vez más que ir andando, en transporte publico o en bici. Hay ciertas polémicas donde se sobreactúa.

–Pero entre avanzar en peatonalizar y cerrar al tráfico todo el Muro, ¿no hay término medio?

–Creo que sería bueno llegar a un acuerdo pero veo que se están exacerbando mucho las posiciones y falta sentido común. Yo esos grandes atascos de los que se habla no los veo, entiendo que hay horas concretas y zonas concretas donde es más difícil circular pero como peatona también veo que es más agradable hacerlo por espacios que ahora están libres de coches.

–Vuelve el plan de vías. ¿El gran ejemplo de los muchos proyectos que Gijón vive en bucle?

–Sí, no me extraña que la gente no nos crea. Llevamos años y años hablando de ello y se nota poco. Yo que vivo en la zona solo noto que antes había una muralla y ahora un prao. Yo lo que quiero es que el tren llegue a muchos sitios y eso nos lo permite el metrotrén. Pumarín seguirá alejada del tren esté la estación en Moreda o frente al Ferrocarril pero que el metrotrén tenga una parada en Begoña, en Viesques, que llegue al hospital... Eso sí me interesa y no el debate estéril de la ubicación de la estación.

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