“Se puede explicar una parte de la Ilustración con la economía. No sólo se puede explicar, sino que se debe explicar, porque al final es una ciencia relativamente olvidada dentro del estudio de la Ilustración, y en España un poquito más. Yo creo que hay que reivindicar el papel de la economía como un papel central en el estudio de toda la Ilustración y de las luces, como un lenguaje fundamental de la Ilustración en toda Europa, y en España también”. El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza Jesús Astigarraga Goenaga hizo ayer esta reflexión al recoger el Premio Internacional de Investigación Foro Jovellanos de 2020 por un ensayo sobre una interpretación de la Ilustración española utilizando a las instituciones económicas, “lo que tiene que ver con la reivindicación de la ciencia económica como una ciencia motor del desarrollo de la ilustración en España”, señaló.

El acto de entrega se celebró con un año de retraso debido a la pandemia del coronavirus y tuvo lugar en la Casa Rectoral de la parroquia de San Pedro, con la asistencia de público. Tras recibir el galardón, Jesús Astigarraga ofreció una conferencia en la que extractó en buena medida el ensayo por el que se le concedió el premio, titulado “Una ilustración integradora. Instituciones de economía política en el siglo XVIII español, 1752-1808”. “Un premio que lleva el nombre de Jovellanos es un gran galardón para las personas que nos dedicamos a estudiar el siglo XVIII español, de la Ilustración española, entre las cuales me incluyo. Es una gran satisfacción”, señaló el premiado, que recogió el galardón de manos del presidente del Foro, Ignacio García-Arango, poco antes del inicio del acto.

En la charla posterior sobre esa interpretación de la ilustración española puso el énfasis en como nacieron y fueron desarrollándose las instituciones económicas, que son las cátedras de economía y de comercio, los manuales de comerciantes, la prensa económica, las sociedades económicas, los círculos de comercio y las juntas de comercio, explicando “como a principios del siglo XVIII no había nada de eso, un panorama en el que no existían las instituciones económicas prácticamente, pero en cambio al final del siglo XVIII encontramos un florecimiento espectacular de toda la cultura económica”, según explicó el galardonado ayer.