“Lo único que tenemos siempre a disposición de los padres y madres son las plazas que ofertamos en los centros públicos que son del Gobierno de Asturias”. Esta es la respuesta del Presidente del Principado, Adrián Barbón, a una usuaria de la red social Facebook que le pidió una solución para la reubicación de los 670 estudiantes del colegio San Vicente de Paúl (clausurado temporalmente tras el trágico derrumbe que se produjo la víspera de Reyes y en el que perdieron la vida David y Andrés Velasco, obreros que trabajaban en el interior del inmueble) y que incendió a las familias. Muchos respondieron con contundencia: “No es cuestión de pública o concertada, es que son niños y niñas que tienen que ir a clase y no pueden ir a su colegio”, clamaron.
La polémica con Barbón comenzó en un comentario en una de sus publicaciones. Una usuaria le preguntaba sobre las soluciones previstas para el colegio San Vicente, cuyo alumnado inició el lunes el segundo trimestre vía telemática: “Esto está suponiendo un grave trastorno para muchas familias. La conciliación es difícil para todas, tanto en la pública como en la concertada. Los niños y niñas necesitan socializar con sus iguales, tanto en la pública como en la concertada”, destacaron las familias.
La respuesta de Barbón empezó por la titularidad del centro: “Lo primero, le recuerdo que el colegio es privado-concertado, no es un equipamiento del Gobierno de Asturias y, por tanto, no podemos indicarles nosotros dónde deben retomar las clases presenciales. Es algo que están analizando la dirección del centro y la Fundación que lo gestiona”, explicó el Presidente. También hizo referencia a que “le corresponde a la propiedad del centro, que es privada, ejecutar esas obras (las que incluye el informe municipal)” y dejó claro que había prevista una reunión para tratar de encontrar una solución, la que se celebró ayer por la mañana.
La sentencia que más molestó a las familias fue la que hacía referencia a la oferta en enseñanza pública. “Nuestros hijos necesitan ayuda para volver a ir a clase con sus compañeros. Estamos seguros de que muchos colegios, públicos o no, se prestarían a ayudarnos”, destacaron. Y, como ya habían hecho tanto Barbón como la usuaria de Facebook, hicieron llegar su sentir a las familias de los fallecidos: “Queremos que sepan que sentimos su pérdida y que las vidas son, también para nosotros, lo más valioso. Les abrazamos en su dolor”.
