“Ha sido un resultado claro y contundente, con el que ha ganado la Caja”. Con estas palabras valoraba ayer José Ramón Fiaño Fernández su elección como presidente de Caja Rural de Gijón por una amplia mayoría de los socios que participaron en la asamblea de la cooperativa de crédito gijonesa, destacando que es a los socios a quienes corresponde elegir quién gestiona la entidad. Fiaño se impuso con 621 votos a José Manuel Fernández Gracia, que logró 370.
La elección cierra el conflicto que se remonta a la asamblea del 3 de octubre de 2020, en la que el consejo rector de la entidad sólo aceptó que presentase su candidatura a la presidencia el profesor universitario José Javier Gómez Díaz, vetando la candidatura de Fiaño a propuesta de un grupo de socios. Gómez Díaz fue elegido entonces para un mandato de cuatro años con 198 votos a favor, 4 nulos y 599 en blanco. Se mantuvo en el cargo hasta el pasado mes de octubre, cuando una asamblea de socios lo revocó del cargo junto a otros cuatro consejeros.
José Ramón Fiaño contrapuso aquellos 198 votos que cosechó en 2020 Gómez Díaz con los 621 obtenidos por él este sábado. El otro candidato que optaba a liderar ayer Caja Rural de Gijón, el presidente en funciones, José Manuel Fernández Gracia, logró 370 votos. Ambos comieron juntos tras la asamblea, a la que asistieron de forma presencial 370 socios. Fernández Gracia seguirá como vocal en el consejo rector.
La crisis interna se podría haber resuelto antes, opinó Fiaño, yendo a nuevas elecciones o alternándose dos años en el cargo José Javier Gómez Díaz y él como les había propuesto la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) para zanjar el tema, solución que Fiaño se había mostrado dispuesto a aceptar.
Fiaño Rodríguez, nacido en Pervera (Carreño) hace 60 años, es licenciado en Ciencias Empresariales en las especialidades de contabilidad y marketing y está vinculado al sector agropecuario desde hace 33 años, gestionó la empresa Fiaño Distribuciones, líder del mercado agrícola asturiano, hasta que tuvo que venderla a una firma gallega para poder presentarse a la presidencia de Caja Rural de Gijón, por incompatibilidad.
José Ramón Fiaño aboga “por la unión y el desarrollo” de Caja Rural de Gijón. Entre los objetivos que se plantea para su mandato está mejorar la comercialización para recuperar “a dos generaciones que se han perdido, los hijos y nietos de los primeros fundadores” de la entidad. Otras de sus metas son “crear un valor diferenciado” de Caja Rural de Gijón como “un valor de lo que es de Gijón”, diferenciándolo de la Caja Rural de Asturias; apostar por potenciar la producción agraria local como factor de sostenibilidad frente a los productos que tienen que transportarse desde muchos kilómetros; potenciar el crecimiento en la comercialización de seguros y las mejoras ambientales para reducir la huella de carbono de una entidad que el año pasado cerró con unos beneficios de 1,06 millones de euros y con un ratio de mora del 3,25%.
Sin mujeres en la directiva
Fiaño lamentó que ninguna mujer tenga cargo ejecutivo, tras imponerse por un estrecho margen Carlos González Tuya, con 521 votos, a Inmaculada Uría, que obtuvo 501, en la elección a la secretaría de la comisión ejecutiva. Quien no tuvo contrincante para ocupar la vicepresidencia fue el ganadero José Ángel Suárez Medina. Como vocales para el consejo de administración han sido elegidos Isabel Riestra González, con 665 votos; Paloma Suárez Barbón, con 613; Eva María Llompart Riera, con 610; Álvaro Villa Miller, con 608, y Sandra González Blanco, con 536 votos.
