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La restauración del “Elogio” comenzará en marzo con la aplicación de repelentes de agua

El objetivo es proteger la obra de Chillida con productos que mermen los daños por cloruros y actos vandálicos sobre la estructura

El “Elogio del horizonte”, con pintadas en la base. Marcos León

Ya hay fecha para el inicio de los trabajos de rehabilitación del “Elogio del Horizonte”. El proyecto de restauración, pionero en Europa, comenzará en el mes de marzo. Se trata de la aplicación de nuevos productos “superhidrofóbicos” (repelentes de agua), que mermarán los daños que han causado –y causan– en la obra de Chillida los cloruros y los actos vandálicos. Estos productos han sido testados previamente en un proyecto sin precedentes, el “InnovaConcrete”, coordinado por la Universidad de Cádiz y con colaboradores en toda Europa, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA.

Participaron un total de 29 socios de once países, con el objetivo de investigar sobre la conservación, mantenimiento y recuperación de patrimonio creado en hormigón. Entre los socios, la Fundación Municipal de Cultura para el proyecto de investigación de la obra de Chillida. Los trabajos estuvieron encabezados por el arquitecto Lorenzo Fernández-Ordóñez (Guadiana Estudio), en colaboración con la Fundación Chillida-Belzunce. Se alargaron tres años, entre 2018 y octubre del año pasado: “No se manejaba un plazo tan largo, pero tuvo que ser reajustado por la crisis del covid-19”, explicó el arquitecto Lorenzo Fernández-Ordóñez en el congreso del “InnovaConcrete”, celebrado en Cádiz.

En el encuentro también se avanzaron las conclusiones del trabajo de campo. Tras las primeras pruebas, el equipo determinó que el “Elogio” sufría un deterioro por la abrasión de los cloruros, y no tanto por la carbonatación.

La carbonatación del hormigón es una “patología” que se produce cuando el dióxido de carbono de la atmósfera consigue penetrar, a través de los poros del material, en el interior de la estructura. Con el paso del tiempo, llega a desgastar la estructura hasta dejar al descubierto el armazón de acero de refuerzo (denominado también ferralla). Los cloruros, en cambio, son los elementos corrosivos que se forman, mayoritariamente, entre la humedad de la niebla marina. Aunque la erosión que producen es similar a la de la carbonatación, el desgaste es más lento.

Hasta aquí, la naturaleza. Porque los otros graves daños encontrados en la primera revisión son los que causan los grafitis y su posterior limpieza. Han dejado una huella muy difícil de borrar: la zona más baja del “Elogio”, la base que sustenta la obra, tiene un desgaste similar al que tendrá el resto del monumento en 500 años.

Con el diagnóstico sobre la mesa, empezó el trabajo. Todos los productos del “InnovaConcrete” eran nuevos o con fórmulas modificadas para mejorar las intervenciones en grandes obras de hormigón. El equipo probó sobre la escultura nuevos productos para la conservación. En una de las aplicaciones, explicó Lorenzo Fernández-Ordóñez, testaron dos selladores de grietas con resultados “muy satisfactorios”. En otra, y esta es la parte más importante de la investigación por los daños encontrados en el “Elogio del Horizonte”, un material “superhidrofóbico”.

“Es un repelente de agua. Crea una película que evita, o limita mucho, que el agua penetre en el interior del hormigón”, explicó Lorenzo Fernández-Ordóñez durante el congreso celebrado en Cádiz. Permitirá defender al “Elogio” de las grandes abrasiones que sufre: los cloruros y las limpiezas tras la aparición de grafitis en la obra. Además, se espera que estos nuevos productos sirvan también de “barrera” para que la pintura no penetre y, por tanto, los daños sean ya más superficiales y faciliten su eliminación.

Los resultados fueron prometedores. Y la respuesta de la Fundación Municipal de Cultura no se hizo esperar. El director, Miguel Barrero, afirmó tras su asistencia al congreso de Cádiz que “es una solución que sabemos que funciona, así que nuestra intención es empezar a aplicarla”. Anunció, además, que la planificación de los trabajos comenzaría en el mes de enero. Yasí ha sido.

El equipo de trabajo, junto a la Fundación Municipal de Cultura, ha decidido que las primeras aplicaciones se ejecuten en el mes de marzo. Por dos motivos:para que dé tiempo a la organización de todo un calendario de actuaciones y para que la meteorología esté del lado de los trabajos. El objetivo de la entidad municipal, apuntó Barrero, es que el “Elogio”esté ya listo para el año 2024: justo para la celebración del centenario de Eduardo Chillida.

El autor del “Elogio del horizonte”, recordó Barrero, fue siempre un defensor del arte público “y él sabía que las obras siempre estaban expuestas a los riesgos del clima”. De hecho, la elección de este monumento para su investigación en el “InnovaConcrete” se basó en las peculiaridades de la zona en la que se ubica. Muy cerca del mar, sometido a niveles muy altos de humedad y a un clima especialmente lluvioso.

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