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José Ramón Fernández Puerta | Presidente de la Asociación de Vecinos de Jove, renueva su cargo

“Una patrulla policial debería venir a la parroquia dos veces al día”

“Hace falta una brigada de limpieza y desbroce y mejorar el alumbrado público, hay zonas de Jove que son un desastre”

José Ramón Fernández. | Á. G.

Ante la falta de otras candidaturas, José Ramón Fernández Puerta renovó anteayer su cargo como presidente de la asociación vecinal “Santa Cruz” de Jove en una junta directiva que cuenta con Joaquín Castillo (vicepresidente), Virgilio Herrero (secretario), Flor García (vicesecretaria), Manuel Magadán (tesorero) y los vocales Irene Duarte, Beatriz Carriles, Enrique Fernández, Marcelino Montoto, Magdalena Álvarez, Antonio García, Manuel Requena y José Luis Rodríguez. El grupo se centra ahora en dos peticiones: que una patrulla policial supervise la parroquia dos veces al día y reactivar las labores de desbroce.

–¿Renueva porque se ve con ganas o porque no había relevo?

–Más bien por lo segundo. Esta es una actividad bastante ingrata a veces, la verdad, porque estás siempre peleando con la gente y siempre habrá alguien que vea alguna tacha en lo que haces. Yo seguramente soy el que más cansado está, por motivos personales, pero no podía abandonar el barco porque no había nadie dispuesto a ponerse al frente de esto. Era seguir o cerrar, y ahora tenemos una serie de actividades muy buenas y que hacen muy buen servicio y no quería que se fuesen al garete.

–¿Por ejemplo?

–Pues talleres de bolillos, de pilates, de yoga, de zumba... Tenemos un equipo de ajedrez, Gijón 64, que compite a nivel asturiano y que dan clase a chiquillos. Se dan clases de música dos veces por semana a niños de dentro y de fuera de Gijón... Bastantes cosas, la verdad, al final somos 600 socios. Es un número importante, y se nota.

–¿Ya se ha recuperado el ritmo previo a la pandemia?

–Casi, sí. Ahora mismo estamos retomando el tema de las fiestas, que queremos organizar una bonitada, una corderada, la fiesta del Rocío, San Juan y alguna cosa más. La cosa es que estamos condicionados todavía por la pandemia y estamos esperando a que el Ayuntamiento nos diga si se puede hacer o no. Dependerá de la consejería de Salud, entiendo. También queríamos hacer un amagüestu con críos en noviembre y ahora estamos mirando a ver si retomamos las charlas que hacíamos con el Hospital de Jove. Tenemos muy buena relación con los sanitarios y queremos retomar las charlas que nos daban.

–¿Qué demandas vecinales se plantean?

–Pues ahora mismo estamos empeñados en dos cosas. La primera, crear una Policía de barrio para que venga un par de veces al día a darse una vuelta por aquí.

–La seguridad siempre fue un tema clave en la parroquia.

–Claro, porque al ser semirrural hay zonas apartadas y solitarias y el alumbrado a veces está un poco en precario. No creo que fuese muy costoso que una vez al día y otra por la tarde se acercase una patrulla a vigilar la zona. Podría ir por La Calzada, Veriña, venir hasta aquí, a Portuarios y para casa. Para nosotros sería importantísimo poner eso en marcha.

–¿Y la otra petición?

–Una brigada de limpieza y desbroce. Es que muchas veces esta parroquia es un desastre en este tema, de verdad.

–¿Ha habido algún problema reciente?

–No, está la cosa tranquila. Lo último fue la casa abandonada que se quemó este mes, pero por suerte no había nadie. La parroquia está bien salvo por eso que comentaba del alumbrado público, porque sigue siendo mejorable. Que hay zonas bastante céntricas que siguen muy oscuras.

–¿Entre esos 600 socios hay mucho joven?

–Ningún chaval tenemos, ninguno. Bueno, hay dos de treinta y algo, pero los demás somos de cuarenta y pico para arriba. No logramos dar con la manera para que los chavales se vean con ganas de implicarse en la parroquia. Por eso tenemos que seguir los mismos. Pero, incluso con esas, se siguen haciendo cosas. Por ejemplo, ahora acabamos de poner en marcha una biblioteca en la sede de la asociación gracias a una señora muy voluntariosa que nos ordenó y clasificó la cantidad tremenda de libros que teníamos donados.

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