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Masiva reivindicación del liderazgo femenino

Casi un centenar de empresarias y expertas debaten en Granda su visión de la igualdad: “No hay que competir con los hombres”

Por la izquierda, Marián Borrero, María Antonia Castro, Raquel Baeza y Sila Fernández, ayer, durante la jornada celebrada en Granda. | Ángel González

Bajo la premisa de que la igualdad real entre hombres y mujeres pasa por abandonar la idea de competición entre sexos y abanderar la de potenciar las cualidades de cada uno, cerca de un centenar de mujeres de diversos sectores profesionales se dieron ayer cita en la primera edición de “Mujeres en diálogo”. Se trataba de una iniciativa impulsada por la periodista asturiana Carmen G. Casal y por Cristina Borreguero, catedrática de Historia Moderna de la Universidad de Burgos, que tomó como sede la finca de Solavieya de Granda. El acto, con dos mesas redondas como actos centrales del programa, tuvo como conferenciante inaugural a Paloma Díaz Soloaga, doctora en Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que destacó esa idea de “potenciar la identidad como mujer” y evitar que su inclusión en el mundo laboral no implique que las trabajadoras y empresarias acaben reproduciendo los roles tradicionalmente masculinos.

Parte de las asistentes al acto en la finca de Solavieya. | Ángel González

A juicio de la ponente, que es también profesora del departamento de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM, el feminismo y la lucha por la igualdad pasa por “incidir en la idea de identidad” femenina y no tanto por alimentar la guerra de comparaciones entre hombres y mujeres. “Esto no quiere decir que haya que optar entre mi vida familiar y profesional, al contrario, la mujer ha de estar presente con sus cualidades: la mujer piensa, analiza y planifica el futuro”, señaló. A su juicio, más que adoptar posturas que históricamente se han asociado a los hombres –de quienes se les presupone una mayor seguridad y asertividad en sus posturas–, hay que apropiarse de las ventajas que también socialmente se les atribuye a las mujeres. “La mujer tiende a dar oportunidades, a trabajar en equipo, a dialogar, ceder, empatizar, negociar y buscar soluciones laborales”, concretó Díaz Soloaga, que añadió que la mujer “tiende a cumplir más las normas y los horarios, es más curiosa y tiene más capacidad de esfuerzo”.

La idea de la cita de ayer, explicaron las organizadoras, era “crear sinergias entre mujeres líderes de Asturias y de Castilla y León”, y para ello contaron con profesionales del mundo de la abogacía, profesoras universitarias, empresarias, psicólogas e ingenieras, entre otras. Por eso, tras la conferencia inaugural, la jornada acogió una mesa redonda para debatir el papel de la mujer como “agente del cambio social y profesional”, coordinada por Olga Álvarez Peña, magistrada y juez en Valladolid. Participaron en este acto la química Marián Borrero Martínez, la catedrática de Derecho María Antonia Castro Argüelles, la doctora en Psicología Raquel Baeza Martín y la ingeniera industrial Sila Fernández Pérez.

Por la tarde, otra mesa redonda intentó poner el foco en el papel de la mujer como motor de cambio en el ámbito cultural, que coordinó Ángela de Miguel, presidente de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE). Participaron María José Salgueiro (ex delegada del Gobierno en Castilla y León), la gestora hotelera Marta Bravo, la maestra Concha Rivero y Begoña Fernández Costales, empresaria y presidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (FEDA). Por último, la empresaria Charo Gómez dirigió la charla de conclusiones de la jornada.

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