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A un año de las elecciones | La oposición
José Carlos Fernández Sarasola Portavoz municipal de Ciudadanos

“La ciudad ya estaba mal con Moriyón y ahora está mucho peor; falta planificación”

“El Principado hace más caso a mis compañeros de Oviedo que a Gijón, es mosqueante” | “No estoy dispuesto a una oposición del no por el no a todo; en el Ayuntamiento hay mucho de eso”

José Carlos Fernández Sarasola, ayer, en la plaza Mayor. | Juan Plaza

José Carlos Fernández Sarasola (Oviedo, 1967) pasó de ser el único concejal de Ciudadanos en el anterior mandato a liderar el principal partido de la oposición, con cuatro ediles. Estima que los reveses de su partido en elecciones nacionales y autonómicas no tienen por qué darse en las municipales.

–¿Se ha ido a mejor en estos tres años de mandato?

–La ciudad que dejó Moriyón ya estaba muy mal y ahora está mucho peor. Es verdad que tocaron dos años de pandemia, pero no es excusa para no haber hecho cambios y mejoras en Gijón, más quienes pregonaban constantemente que cuando ellos llegaran esto iba a ser una maravilla.

–¿Por ejemplo?

–El mantenimiento urbano, que ya era un desastre. También se han abierto frentes por todos los sitios, basta ver lo que está pasando con el Muro y en calles como Ruiz Gómez y Caridad. Ha habido una absoluta falta de planificación; se han ido haciendo cambios según surgían las ideas y encajándolos a martillazos.

–El rechazo a su propuesta del Muro impidió el apoyo de Ciudadanos a los presupuestos.

–El Muro es un ejemplo paradigmático de este gobierno. Se hizo un cambio debido a la pandemia, necesario en aquel momento, pero una obra que teóricamente era temporal tenía una clara vocación de permanencia. Aurelio Martín no para de decir que su ideal es que fuera peatonal y a eso fue. Por lo tanto, temporalidad absolutamente ninguna. No dialogó con nadie, solo consigo mismo. Se les dijo desde el principio que era una obra ilegal, que iba contra el plan especial del Muro. Y aún con la sentencia encima de la mesa, seguimos en las mismas. Vamos a un proyecto que continúa con un solo carril que ahora ya ni siquiera va a ser de circulación, sino de servicio. Es volver a meter un lío enorme, generando problemas de tráfico a los que no se dan alternativas.

–¿Condicionar la negociación al Muro no les hizo perder oportunidades con los presupuestos?

–Yo creo que no, porque si no aceptan algo que es sencillo de hacer y que la ciudadanía estaba reclamando, mal. Cuando empezamos a negociar, fue el propio PSOE el que nos hace esa propuesta de una plataforma única con la posibilidad de dos carriles, uno o ninguno en función de las circunstancias. Dijimos: “Oye, tiene muy buena pinta”. De repente IU dice que se enteró por la prensa y que de eso nada, que es un chantaje por parte de Ciudadanos, cuando fue un planteamiento que nos hizo el propio PSOE. Se vio que el PSOE no habla con IU. En aquel momento era posible un acuerdo. Fue la parte de IU en el gobierno la que montó un cristo y lo desbarató. La incongruencia es que a día de hoy el proyecto del Muro mantiene 7 metros para un carril de servicio y el carril bici, convertibles a dos carriles uno en cada sentido. Eso cumpliría con el Plan Especial, que permite dos carriles de 3,5 metros. Lo que dijimos cuando negociamos.

–Sí pactaron la ordenanza de movilidad.

–Que quede claro que no es la que haría de mano Ciudadanos. Pero servimos de catalizador para un acuerdo entre cierta parte de la sociedad que estaba muy disgustada y el gobierno local. Como se había planteado inicialmente la ordenanza era un desastre y como quedó es un desastre un poco menor, mejorándola un poquito. Hay muchas cosas que posiblemente habrá que modificar, con otros gobiernos. Pero al menos pudimos echar una mano a alguien.

–¿Qué echa en falta en este mandato?

–Los problemas que hace tres años enumeraba la Alcaldesa son los mismos que ahora: la Zalia sigue sin funcionar, la regasificadora cuando funcione a lo mejor ya no hace falta gas, el vial de Jove, el proyecto la zona de Poniente no se va a hacer, Cimadevilla se va a quedar como estaba, en Tabacalera no se va a hacer más que enseñar las ruinas, en el Muro probablemente se haga una obra menor en diciembre, un trocito para las elecciones... Culturalmente, Gijón ha ido para atrás, y también en innovación. Van a ser cuatro años perdidos. Lo único destacable es el afán de crecer del sector privado, como las empresas en el Parque Científico y Tecnológico. Crecerá no porque les ayude el Ayuntamiento, sino por su propia pujanza.

–Una parte de lo que echa en falta depende de Madrid.

–Si el PSOE gobierna en Gijón, en Asturias y en Madrid y además son todos de la misma familia dentro del PSOE, porque todos ellos son supuestamente de Pedro Sánchez, pues debería haber empuje. Yo puedo pedir a mis diputados que protesten, pero es que son ellos quienes están gobernando en las tres administraciones. El Principado les hace más caso a mis compañeros de Ciudadanos en Oviedo, donde gobernamos con el PP, que al Ayuntamiento de Gijón. Empieza a ser mosqueante.

–¿Cómo ve la geometría variable para pactar en la política municipal?

–Bien. Nunca hemos tenido un apriorismo. Hemos hablado con todos, desde Podemos a Foro, el PP o Vox. Soy pragmático. Si mi grupo municipal ve que algo es bueno para los gijoneses, se negocia y se tira de ello, con independencia de si lo dice uno u otro. Lo que no estoy dispuesto es a hacer una oposición a base del no por el no a todo, que provoca incongruencias como las de partidos que votaron que no a la ampliación de Cabueñes porque la votaba otro grupo. Aquí hay muchísimo no por el no, rechazando algo porque lo apoya el contrario.

–¿El plan de vías?

–Es un ejemplo de lo que estoy diciendo.

–¿Y cómo ve su avance?

–No tenemos nada. La legislatura pasada acabó con la firma de un convenio, y esta va a acabar con la firma de un protocolo. En los siete años que llevo aquí he visto tres ministros: De la Serna regando millones, Ábalos con un megáfono pegando gritos y a Raquel Sánchez. Los tres dijeron lo mismo. ¿Y qué hemos tenido después de haber pasado los tres por aquí? El “solarón”. Al menos sabemos que la intermodal va a Moreda; ya es un avance. ¿Pero alguien cree que con eso los gijoneses se van a conformar? ¿Cuándo vamos a tenerla, con qué dinero vamos a pagarla, cuánto va a costar? No sabemos nada. Estamos igual que hace 20 años.

–Se tiende a hablar en política de bloques de centro-derecha y de izquierda. ¿Dónde se sitúa?

–Creo que esos estereotipos se han ido difuminando. Yo me siento liberal y de centro. He venido a llegar a acuerdos con todos.

–Ciudadanos está teniendo malos resultados en España. ¿Cree que les pasará factura?

–No lo sé. Lo que sucede a nivel nacional pesa, pero la política municipal es muy de andar por casa, la gente conoce lo que hacemos aquí José Carlos, Rubén, Ana o Mara; esos somos. En ese aspecto, no me preocupa. Los ciudadanos de Gijón deben decidir si lo que hacemos lo hacemos bien o mal, ese es el termómetro final. Yo estoy orgulloso de lo que estamos haciendo. Luego los ciudadanos valorarán y pueden decir, “lo habéis hecho fatal”. O en vez de cuatro igual sacamos seis concejales o diez.

El test


1. ¿Qué ha sido lo mejor del mandato?

Pelear para mejorar mi ciudad, y que lo poco que nos han dejado aportar, que lo hayamos podido aportar.

2. ¿Y lo peor?

Este gobierno, que tiene ideas sectarias y formas autoritarias de gobernar.

3. ¿Cuál es el reto en el año que queda hasta las elecciones?

Seguir luchando por cada uno de los proyectos que hay en Gijón, para que lo que está roto se mejore y sin que los demás hagan proyectitos para la galería; no me vale que pongan dos piedras en el “solarón”.

4. ¿Será usted el candidato a la Alcaldía?

No lo sé. Es un tema que decide el partido y que no me preocupa en absoluto.

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