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La Carrera de la Mujer rinde homenaje a la montañera Rosa Fernández

Cuatro mil personas desafían a la lluvia para recorrer las calles de Gijón: “La lucha no puede caer en el olvido, hay que seguir con fuerza”

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Carrera de la Mujer en Gijón

María Rodríguez participó ayer por tercera vez en la Carrera de la Mujer. Pero fue más especial que nunca. En enero se operó de un cáncer de mama. “Siempre estuve muy sensibilizada con esta causa, pero en esta ocasión mucho más. Es importante que la pandemia no nos haga olvidar que existen muchas causas como esta por las que seguir luchando”, destacó, acompañada de su amiga Sonia Sanguino, con la que participó en la prueba solidaria. “Esta lucha no puede caer en el olvido, hay que seguir con fuerza”, añadió. Cerca de 4.000 personas desafiaron a la amenaza de lluvia –que dio una tregua en el momento de la prueba– para echarse a la calle y recorrer los 5,6 kilómetros de un circuito por las calles de la ciudad que tuvo su inicio en la avenida Albert Enstein y final en Las Mestas.

La marea rosa reunió a familias, grupos de amigos, niños, mayores e incluso mascotas. Hubo en la previa un homenaje a la montañera Rosa Fernández, que recogió visiblemente emocionada de manos de la alcaldesa de Gijón, Ana González, que también se sumó a la marcha.

Amaneció con lluvia y algún que otro trueno en Gijón y Asturias. Porque hubo participantes de todos puntos de la región. Como Susana Álvarez y Patricia Méndez, que se desplazaron desde Tineo con el pequeño Mario Menéndez, de 13 meses, y que ya lleva dos participaciones, ya que la anterior se hizo el pasado mes de diciembre, por culpa de la pandemia. Ahora, la cita ya ha retornado a su fecha habitual en junio. “Es importante que se conciencie desde pequeño con esta causa y con la igualdad”, relató Álvarez, que no dudó en ningún momento en echarse atrás. “Veníamos por la carretera y llovía mucho, pero no dudamos ni pensamos en dar la vuelta”, destacó.

La marea rosa se dividió en tres grupos. La parte delantera fue corriendo con ritmo competitivo, el grupo intermedio fue avanzando también al trote, pero sin esa expectativa de alcanzar los primeros la meta, y el último, lo hizo ya caminando, demostrando la importancia de estar ahí visibilizando el cáncer de mama, para cuya investigación se destinó la recaudación. La más rápida de la prueba fue Irene Rivero, por delante de Carlota Fernández y Dolores Marco, que completaron los puestos de honor de esta cita.

Al margen de la competición, hubo detalles emocionantes, como la presencia por segundo año de un grupo de personas mayores en silla de ruedas acompañadas por el personal de la Residencia Plaza Real. “Son una generación de valientes que vienen con muchísimas ganas”, afirmaron los acompañantes.

La Carrera de la Mujer es una cita de amistad y de familia. Ana Pérez y Melli Fernández nunca se la pierden. “No podemos olvidar esta lucha. A mí me ha tocado”, comentó Fernández, muy animada, alzando los brazos ante los gritos de ánimo del speaker instantes antes de tomar la salida. O la familia que integran Henar Fernández, Patricia Cidón, Natalia Cidón, Montse Suárez y Luisa Suárez. “Nos ha tocado de cerca a un familiar. Aquí estamos tías, sobrinas y hermanas. Es un día muy especial”, subrayaron.

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