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La última fiesta de Floro Gordillo, "el relaciones públicas de Gijón"

Familiares y amigos del popular hostelero presentarán el 2 de julio el documental para dar tributo a un gijonés de "personalidad irrepetible y capacidad para conectar con todo el mundo"

Avance del documental homenaje a Floro Gordillo

Avance del documental homenaje a Floro Gordillo

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Avance del documental homenaje a Floro Gordillo I. Peláez

Hace casi dos años que Gijón lloró la inesperada muerte de Floro Gordillo, emblemático hostelero, pero sus vivencias y legado están presentes cada día entre quienes disfrutaron de su trabajo, compañía y amistad. Un nutrido grupo de esos amigos, familiares incluidos, han prestado sus testimonios para dar vida a un documental de media hora de duración –grabado durante varios meses en distintos emplazamientos– que glosará la vida del rey de la noche gijonesa. El trabajo a modo de homenaje verá la luz el próximo 2 de julio en la Palacio de Congresos del recinto ferial Luis Adaro en dos sesiones gratuitas, a las 20.00 y 21.00 horas respectivamente. "Floro no fue el relaciones públicas de un solo local, lo fue de toda la ciudad. Esperamos haber sabido trasladar esa personalidad irrepetible y esa capacidad para conectar con todo el mundo, con todo tipo de personas independientemente de su edad", comparte César Telenti, uno de los promotores de la iniciativa audiovisual.

El documental se ha desarrollado con los testimonios de alrededor de una veintena de personas, incluidos su padre, Ángel Gordillo; su hermano, José; y sus sobrinas, Laura y Sandra; y muchos amigos y compañeros, además de imágenes del propio Floro en distintos espacios hosteleros en los que jugó un papel importante a lo largo de su trayectoria profesional. Desde el mítico El Jardín hasta el Mamaguaja o el Bambara, donde terminó trabajando. "Estoy ansioso por verlo, por reunirme con toda la gente que lo apreciaba y revivir momentos y sensaciones que la gente vivió con él en un pasado que está muy presente. Va a ser duro, pero también placentero", reconoce José Gordillo, que también agradece el esfuerzo llevado a cabo por los promotores de este homenaje audiovisual.

El documental, para dotarlo de mayor emotividad, incluye dos canciones compuestas ex profeso para el homenaje. Una de ellas es "La despedida", con letra y música de Edgar Olivero. La otra la firma José Vera, con arreglos musicales de Carlos Rivero y lleva por título "Sigue la fiesta". "Es una canción alegre y un poco sentimental. Es contar las vivencias y los buenos momentos con Floro, recordando muchas de sus expresiones habituales como ‘Gijón se mueve’ o ‘Claro’", describe Vera. Para provocar mayor impacto, los promotores aún no quieren desvelar muchas de las claves que se verán a partir del 2 de julio. Coinciden en que quieren sorprender.

A los relatos de los familiares –en el documental aparecen también muchas imágenes de Floro Gordillo– también se han querido sumar muchos de sus amigos y compañeros en la hostelería local. Confesiones y momentos compartidos con el protagonista que han ayudado a dar voz al relato de su vida. Todos los participantes están deseosos por ver el resultado, pues muy pocos han podido ver la media hora íntegra y tan solo saben lo que ellos compartieron durante las grabaciones. Un ejemplo es su amigo Ricardo Rosety, que confía en que el documental sirva para que Gijón no olvide el legado de Floro y su trabajo por general "buen ambiente y humor en la ciudad". "Todos fuimos más felices al disfrutar de la ciudad gracias a él", reconoce Rosety. En una línea similar se pronuncia el hostelero Javi Rodríguez: "En cada plan que hacía siempre estaba más pendiente de que la gente disfrutara y todo saliese bien que de disfrutar él".

Floro Gordillo generó quórum entre quienes le trataron y que ahora recuerdan todas esas "andanzas y vivencias con alegría y tristeza", como confiesa Charly Osorio. El día 2 de julio se proyectará por primera vez el documental –hay capacidad para 500 personas – para recordar a "una persona positiva en todo, con buen humor y una sonrisa; alguien que sin redes sociales, solo por el boca a boca, conseguía llegar a toda la ciudad", resume su amigo y compañero Elías Sánchez.

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