Impulsores de la sanidad gijonesa: así son los premiados por investigar

Un estudio sobre bacterias resistentes, un informe sobre la fragilidad en ancianos y un análisis de la cirugía robótica se llevan los reconocimientos en Cabueñes

Por la izquierda, Francisco Vizoso, Noemí Eiró, Juan José Fernández Miranda, Clavel Arce, Carlos Rodríguez-Lucas, Manuel Bayona, Sergio Fernández-Pello, Pelayo Suárez, Pablo Sánchez, Lara Menéndez, Ana Cao y Silvia Díaz, ayer, en el Hospital Universitario de Cabueñes.

Por la izquierda, Francisco Vizoso, Noemí Eiró, Juan José Fernández Miranda, Clavel Arce, Carlos Rodríguez-Lucas, Manuel Bayona, Sergio Fernández-Pello, Pelayo Suárez, Pablo Sánchez, Lara Menéndez, Ana Cao y Silvia Díaz, ayer, en el Hospital Universitario de Cabueñes. / Marcos León

La lucha de microbiólogos de Cabueñes contra bacterias resistentes a antibióticos y un estudio pionero sobre la detección de la llamada "fragilidad" –el estado previo de pacientes de edad avanzada antes de ser dependientes– se hicieron ayer con los principales galardones de los Premios de Innovación de Investigación del área sanitaria de Gijón. La gala de entrega, en el Hospital Universitario de Cabueñes, quedó marcada por el protagonismo cada vez más evidente del servicio de Urología, que recogió tres de los nueve premios otorgados. Los investigadores del Hospital de Jove, por su parte, se llevaron otros dos. "Pese a las dificultades, el área está llena de profesionales motivados", destacó Manuel Bayona, gerente del área sanitaria.

Como en años anteriores, los premios se dividieron en tres categorías: médica, enfermería e innovación. Se presentaron este año 29 trabajos firmados por 50 profesionales. El primer premio de la sección médica fue para un estudio liderado por el microbiólogo Carlos Rodríguez–Lucas y llevado a cabo en colaboración con el Hospital de Cabueñes, el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), la Universidad de Oviedo y el Hospital del Bierzo, donde se desarrolló el trabajo de campo y donde el sanitario estuvo destinado hasta hace dos años. El objetivo de la investigación era una bacteria, la "enterococcus faecium", y que entra dentro de las llamadas bacteris "hiperresistentes" al uso de antibióticos. "Es una pandemia silenciosa; en 2019, hubo 27.000 muertes por esta causa, 6.000 directamente atribuibles a estas bacterias", aseguró en la gala, moderada por las periodistas María José Iglesias, de LA NUEVA ESPAÑA, y Laura Mayordomo. Su análisis de la presencia de estas bacterias y una posterior intervención para atajar al máximo los contagios permitió al complejo sanitario del Bierzo volver a niveles estables.

En el apartado médico, además, se concedieron ayer dos accésits y dos menciones a la excelencia. Uno de cada se fue para Jove, a la unidad de investigación liderada por Francisco Vizoso, por dos estudios sobre las células madre mesenquimales del cérvix uterino –la gran línea de investigación del hospital– y su potencial para tratar el cáncer y reacciones inflamatorias. Los estudios fueron liderados por el propio Vizoso y por la investigadora Noemí Eiró.

Otro accésit se fue para el servicio de Urología del hospital por un ensayo liderado por Pablo Sánchez con el que se comprobó que las citologías que el gremio suele hacer para diagnosticar cáncer, en realidad, tienen una efectividad muy baja y son en general prescindibles. La otra mención especial de la rama médica se otorgó al área de Gestión Clínica de Salud Mental del área V y por otra de las investigaciones más punteras de la sanidad gijonesa: el tratamiento de pacientes con esquizofrenia grave a base de antipsicóticos inyectables como sustitución de la medicación oral. El premio lo recogió Juan José Fernández Miranda, jefe de Salud Mental en Gijón, que explicó que su equipo, tras un seguimiento de cinco años, ha comprobado que los antipsicóticos inyectables mejoran la adherencia al tratamiento pero, también, reducen las tasas de hospitalización y las tentativas suicidas de sus pacientes.

En la sección de enfermería, los principales galardonados fueron los profesionales del centro de salud de El Coto por un estudio dirigido por la enfermera Lara Menéndez centrado en la llamada fragilidad. Es un concepto con el que se definen a pacientes de edad avanzada que están en riesgo de volverse dependientes o sufrir algún tipo de discapacidad. Una persona mayor frágil, por ejemplo, está en mayor riesgo de caerse en su casa y de sufrir problemas nutricionales. El equipo de Menéndez estudió a sus pacientes y comprobó que, de los mayores de 70 años, dos de cada diez podían ser considerados frágiles y, cuatro de cada diez, prefrágiles.

El estudio, reconoció Menéndez, "iba a ser más ambicioso", con una intervención para prevenir complicaciones, pero tuvo que suspenderse por la pandemia. Ayer animó a sus compañeros a retomar el proyecto. El accésit en enfermería se fue, de nuevo, para Salud Mental, en este caso para un estudio liderado por Silvia Díaz desde el CTI de Montevil con el que demostró que la gestión de casos del centro, en un seguimiento a sus pacientes durante diez años, mejoró la adherencia al tratamiento de sus usuarios con esquizofrenia.

Por último, en el apartado de innovación, reinó Urología. El accésit se fue para un estudio liderado por Pelayo Suárez que, en colaboración con el servicio de Radiología, comprobó la utilidad de las ecografías para la detección de masas renales quísticas. El primer premio fue para un trabajo capitaneado por el también urólogo Sergio Fernández–Pello y que realizó durante una estancia en Londres, donde pudo comprobar la eficacia de la cirugía robótica para reducir el riesgo de complicaciones de pacientes con sobrepeso y obesidad. Un análisis interesante teniendo en cuenta que Cabueñes ultima los preparativos para implantar su propio servicio de cirugía robótica.

La jornada contó con la presencia de María José Villanueva, directora de Coordinación del Sespa, que destacó la "gran complejidad" de los estudios presentados. Estuvieron presentes Alfonso López (vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Oviedo), María Victoria Álvarez (directora científica del ISPA), Faustino Blanco (director de la Finba) y el cirujano y responsable de la unidad de investigación del área V, Manuel Vallina–Victorero. También Luis Díaz, de Impulsa, y Juan Antonio Tuñón, de Roché, entidades patrocinadoras.

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