Las familias estallan contra el servicio de comedor escolar de los colegios públicos de Gijón: "Salen con hambre"

Las AMPA de 18 centros y la FAPAS "Miguel Virgós" se movilizan para exigir ya cambiar el modelo de cadena de frío por cocinas de proximidad

Cansados de que se reciban sus quejas, pero nada cambie y animados por esa mayor receptividad que parecen tener todos los políticos cuando llega una campaña electoral, las asociaciones de madres y padres de 18 colegios públicos de Gijón y la FAPAS "Miguel Virgós" se han movilizado para dar forma a un manifiesto donde denuncian el descontento con el servicio de comedor escolar. "Esto no se trata de cambiar de empresa, de que una empresa sea mejor o peor. Se trata de cambiar el modelo", explica Verónica Rodríguez, de la AMPA del colegio Laviada, en nombre de los colectivos que firman el manifiesto.

Las familias quieren dejar atrás el sistema de cadena en frío donde la comida llega a sus hijos congelada (ahora mismo desde Valladolid donde tiene sus cocinas centrales la firma Serunion), por uno donde la comida se haga diariamente en cocinas que estén en Gijón y con alimentos frescos. Denuncian las familias que las presentaciones son poco apetecibles lo que no anima a los pequeños a comer y que en algunos casos son platos ajenos a la cultura gastronómica asturiana, lo que los convierten aún en más rechazables. Y, además, que las raciones son pequeñas y no hay opción a repetir. "Salen con hambre. La prueba es fácil. Si nada más salir del colegio te preguntan que hay para merendar es que no comieron lo suficiente", explica Rodríguez echando mano de su experiencia. Todas estas quejas se han presentado en la comisión de seguimiento de los comedores escolares. Sin éxito.

Laura Tuero, portavoz municipal de Podemos, presenta la iniciativa plenaria sobre comedores escolares junto a Covadonga Tomé, candidata regional de Podemos, y Luis Aranda y Esmeralda Cristóbal de las AMPA de los colegios Laviada y Campoamor. | Ángel González

Laura Tuero, portavoz municipal de Podemos, presenta la iniciativa plenaria sobre comedores escolares junto a Covadonga Tomé, candidata regional de Podemos, y Luis Aranda y Esmeralda Cristóbal de las AMPA de los colegios Laviada y Campoamor. | Ángel González / R. Valle

El ideal sería que cada colegio pudiera tener su propia cocina con un trato directo con los escolares y menús ajustados a la temporada, pero las familias no están cerradas a otras opciones: una cocina publica única, que se pudiera dar servicio a todos los colegios desde las cinco cocinas que ya hay en colegios de la ciudad o un convenio de colaboración con la Escuela de Hostelería. Cualquier cosa donde la proximidad de la cocina y de los alimentos garantice "una comida real, sabrosa y saludable", dicen. Además, reivindican las familias el carácter pedagógico que deben tener los comedores.

Iniciativas políticas

El PP, a través de Ángela Pumariega, ya denunció públicamente la situación de los comedores escolares. El candidato a la Alcaldía por Izquierda Unida, Javier Suárez Llana, planteaba hace unos días la opción de una experiencia piloto con una cocina municipal que de servicio a los comedores escolares de la ciudad. Y Podemos-Equo, a través de su portavoz Laura Tuero, lleva al Pleno de mañana una iniciativa para que la Corporación fije el "compromiso de avanzar hacia el modelo de cocinas de proximidad". Entiende Tuero que es el momento oportuno para tomar esa decisión ya que el contrato con la actual concesionaria acaba el curso que viene. Tuero presentó su iniciativa ayer acompañada de la candidata de Podemos al Principado, Covadonga Tomé, que reivindica este modelo para toda Asturias en base a la defensa de la promoción de la economía local, y de hábitos saludables desde la comida, pero también de la igualdad de oportunidades "por que para muchos niños y niñas en la única comida caliente del día y debe ser una comida de la mejor calidad posible".

En su iniciativa Podemos-Equo no concreta la forma de ejecución de su propuesta, pero ejemplifica acciones a imitar desde Andalucía o Aragón. O, a nivel local, con la experiencia de la gallega Ames con una cocina centralizada que sirve 1.500 menús.

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Son 3.500 los niños y niñas de Gijón que comen cada día en el colegio. Pero solo hay cinco centros públicos de Educación Primaria en Gijón que tengan cocina propia: los de Tremañes, Cabueñes, Alfonso Camín en Roces, Jacinto Benavente en La Camocha y Castiello de Bernueces. El resto de los colegios tiene comedor pero no cocina y la comida se gestiona a través de un contrato municipal con una concesionaria. El actual contrato salió a licitación en 2019 con un valor estimado de 20,4 millones. La oferta ganadora, sobre seis presentadas, fue la de Serunión. El contrato se formalizó a principios de 2020 con un plazo de ejecución de tres años y la posibilidad de ir a tres prórrogas. El contrato inicial se alargó hasta mayo de 2024 para compensar el tiempo de cierre por el covid.

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