La ecomanzana de La Calzada priorizará el tránsito a pie a los colegios y el Ateneo

La trascendencia que para los desplazamientos peatonales tiene la existencia en la zona de los colegios Federico García Lorca y Príncipe de Asturias y del Ateneo de La Calzada como centro municipal integrado y motor de la vida social y cultural del barrio han marcado el diseño realizado por el servicio de Obras Públicas del Ayuntamiento para dar vida a la ecomanzana del barrio, cuyas obras arrancan mañana con la primera de sus cuatro fases de ejecución. Se trata de un proyecto de reconversión del espacio urbano para favorecer su uso por los vecinos con más zonas de paseo, verdes y para la convivencia. Su ejecución en La Calzada, que de esta manera acogerá la primera ecomanzana que se pone en marcha en la ciudad con estos parámetros, se prolongará durante año y medio y tiene un coste cercano a a los 2,3 millones de euros, que se asume gracias a fondos europeos que llegan a Gijón a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La actuación se concreta sobre la manzana situada entre la avenida de la Argentina, la avenida Príncipe de Asturias, la calle Los Andes y la avenida de Las Industrias. Un ámbito que está en el corazón del barrio.

Ese estudio previo de la zona realizado por los técnicos municipales que sirvió de base para diseñar la ecomanzana no solo tuvo en cuenta los desplazamientos a pie. También analizó los movimientos en coche, la tipología de los comercios de la zona, las guarderías de vehículos, las zonas de carga y descarga y las plazas reservadas a personas con movilidad reducida. ¿Resultado del estudio de tráfico? Que la movilidad existente es una movilidad de barrio con los momentos de mayor circulación a primera y última hora del día y un tráfico en el resto de la jornada que casi prácticamente se limita a la búsqueda de aparcamiento, absorbiendo ese tránsito las cuatro grandes calles perimetrales de la manzana.

A partir de las pautas de ese informe se fijan las actuaciones a desarrollar en estos meses teniendo como eje fundamental crear un tránsito peatonal que comunica la avenida de la Argentina con la calle Los Andes y el colegio Federico García Lorca con el Ateneo; además de peatonalizar el acceso al colegio Príncipe de Asturias. Eso supone convertir en peatonales las calles Paraguay y Ateneo Obrero de la Calzada, el tramo de la calle Costa Rica hasta la calle Colombia y el de la calle Cuba entre las calles América del Sur y Ecuador. Otro elemento a tener en cuenta es que se integra en esa ecomanzana la actuación ya en marcha en el entorno de la calle Costa Rica con una nueva zona estancial y verde donde antes había unas casas abandonadas. 

Por partes. En el caso de la operativa para la calle Ateneo Obrero de La Calzada se respeta la pavimentación del primer tramo, que ya es peatonal, con el único cambio del modelo de farola. Se convierte en peatonal el tramo de la calle entre las calles Cuba y Costa Rica actuando sobre toda la superficie e intentar igualar la estética con lo ya existente.

Igual que se intenta dar continuidad a lo ya hecho de parque en la actuación prevista para las calles Costa Rica y Paraguay con la intención de generar un itinerario verde dentro de la ecomanzana. Y por ello, como se explica en el proyecto de obra, se diseñan grandes parterres curvos en los que se plantarán distintas especies arbóreas y arbustivas con la intención de reverdecer las calles. La actuación en esta área diseña un vial en la calle Paraguay de entrada al colegio público Federico García Lorca.

Por último hay un proceso de peatonalización en la calle Cuba y el callejón junto al colegio Príncipe de Asturias. Aunque en este espacio el diseño de las zonas verdes cambia y se incorporan zonas de estancia y parterres ortogonales para adaptarse a la forma de la calle. Junto al colegio se incluye la construcción de una rampa para darle acceso peatonal. Una rampa con 1,8 metros de anchura y 8,9 de longitud.

El resto de las calles del ámbito pasarán a ser de plataforma única lo que supone que se facilita el paso de los coches pero que, en todo caso, se dará el máximo espacio en toda la ecomanzana a los peatones y a su disfrute del espacio público. Como condiciones generales para la ejecución de las calles de plataforma única habrá una calzada adoquinada con un ancho de tres metros, un espacio de 2,2 metros para aparcamientos adoquinados en línea y aceras con un ancho mínimo de 1,80 metros.  

Se trata de una remodelación integral del espacio que supone trabajar también en las redes que van por su subsuelo. En el caso de la red de saneamiento se proyecta una red unitaria que recoge las aguas de escorrentía y las fecales generadas por las edificaciones. También se incluye una renovación integral del alumbrado, con tres modelos distintos de farolas, y se fija como elemento a tener en cuenta el soterramiento de la red de telecomunicaciones, que ahora mismo es aérea y va anclada a los edificios. 

La guinda del pastel serán los trabajos de jardinería y la renovación del mobiliario urbano. En la última reunión entre la asociación de vecinos «Alfonso Camín» y el equipo de Obras Públicas del Ayuntamiento se planteó la idea de incluir juegos infantiles en algún espacio. Todo ello sobre una superficie de actuación de unos 65.400 metros cuadrados. El plan de obras se organiza en cuatro fases y avanzará de este a oeste. Este lunes empiezan los trabajos previos de la fase 1 que afecta a las calles Bolivia, Elduayen, Cuba y Costa Rica.

La ecomanzana es una de las actuaciones que Europa financia en La Calzada a cuenta de su conversión en zona de bajas emisiones para mitigar los efectos de la contaminación. Hay más proyectos de movilidad y con financiación europea a desarrollar en La Calzada. Entre ellos el nuevo punto intermodal a la altura del apeadero del tren o nuevos tramos de carril bici. El desarrollo de la ecomanzana como concepto urbanístico pacificador y favorecedor de una movilidad sostenible supone ponerle límites al coche. Y hacer crecer aceras y zonas verdes donde hay aparcamientos. En la pérdida de esas plazas se ha centrado la polémica vecinal. La intención del Ayuntamiento es minimizar esa pérdida generando espacios alternativos para aparcar.

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