Pizzas con sabor a victoria en la Laboral: los alumnos celebran la reapertura de la cafetería

Los estudiantes de la Facultad "Jovellanos" participan en un picnic, igual que lo hicieron cuando se quedaron sin ese servicio

Adriana González, a la derecha, ofrece un trozo de pizza a varias estudiantes de la Facultad. | Ángel González

Adriana González, a la derecha, ofrece un trozo de pizza a varias estudiantes de la Facultad. | Ángel González / Gabriel Cuesta

Gabriel Cuesta

De "pícnic protesta" a "pícnic festivo". Los alumnos de la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales "Jovellanos" celebraron ayer la apertura del servicio de cafetería de la Laboral de la misma forma con la que comenzaron a protestar hace meses por la falta de este servicio: horneando varias decenas de pizzas caseras. "Nos sentimos ganadoras y es una forma de cerrar el círculo. Abrirá en las próximas semanas y subrogando a las ocho integrantes de la plantilla", festejaron ayer media decena de estudiantes del grado en Trabajo Social, que han liderado esta reivindicación de su puesta en funcionamiento desde el inicio de curso tras quedar desierta la licitación el pasado verano.

Todo empezó en octubre, con la cafetería cerrada al inicio de curso y los estudiantes obligados a acudir a la del tanatorio o a alguna de los edificios del Parque Tecnológico. Cinco de ellos decidieron que era el momento de alzar la voz. Lo contaron en LA NUEVA ESPAÑA. Sara Hevia, Verónica Martínez, David García, Adriana González y María Velasco organizaron un pícnic para exigir una solución a Recrea, la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado, encargada de la adjudicación del local. "Ha sido una lección de que el esfuerzo por visibilizar un problema tiene su recompensa. Algo tan inocente como un pícnic puede servir como altavoz. Los propios profesores nos han animado en estas reivindicaciones. El Trabajo Social tiene un aspecto reivindicativo por naturaleza", ahondó ayer Hevia en pleno reparto de los trozos de pizza. De hecho, tienen pensado recoger la experiencia de crear esta "miniplataforma" en una publicación.

El goteo de alumnos para la merendola fue incesante, animados por el buen tiempo. Su compañera, Adriana González, no paraba de sacar pizzas del horno eléctrico. "¡Es que hay que celebrarlo!", justificaba sin dejar ni un momento los platos. Explicaba, además, que a través del primer pícnic sumaron fuerzas con la plantilla de la cafetería. Ayer, dos de sus integrantes echaron una mano cortando pizzas. La cocinera Rosana Colunga reconoció que han sido "meses de incertidumbre": "Se lo debemos todo a los alumnos". Lo mismo opinaba la camarera Beatriz Rodríguez, quien destaca que ahora "la relación es mucho más cercana".

A falta de la firma del contrato, la empresa ganadora del concurso, El Patiho de la Laboral, les comunicó su intención de mantener a los ocho integrantes de la plantilla en la anterior concesión con las mismas condiciones laborales. De hecho, ayer ya en la cafetería se realizaban labores de limpieza y mantenimiento para su reapertura, prevista en torno a la Semana Santa. El contrato tiene una duración de diez años prorrogables hasta los quince, con un canon de 6.000 euros. "Todo el edificio se ha involucrado. No solo la Universidad. También el conservatorio, la ESAD... La cafetería es un punto de encuentro para usuarios, familias y visitantes", expuso María Velasco Arias, otra alumna involucrada por la causa. Ayer les tocó arrimar el hombro con un último horneado con olor a victoria.

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