El perfil de los candidatos de Gijón: Olaya Suárez (Podemos), una "millennial" orgullosa de La Calzada

Estudiante brillante e hija de siderúrgico y ama de casa, tiene su trabajo en DuPont, es una sportinguista acérrima y sigue la "Kings League"

Olaya Suárez (Podemos)

Olaya Suárez (Podemos) / Mortiner

Gabriel Cuesta

A Olaya Suárez Fernández (Gijón, 1993) le invade un fortísimo sentimiento de pertenencia. A Gijón y a su queridísimo barrio de toda la vida, La Calzada. La joven candidata de Podemos a la Alcaldía tuvo claro desde un primer momento que quería aportar a su entorno todo lo que le había dado por un cierto sentimiento de gratitud a las calles y lugares que la vieron crecer. "Todos le animaban a que se fuera a probar suerte fuera de Asturias por su gran capacidad, pero siempre tuvo claro que prefería quedarse cerca de casa", elogian los suyos.

Nacida con las uvas bajo el brazo, un 31 de diciembre, desde pequeña apuntó maneras. Primero, en el colegio Federico García Lorca y, después, en el Instituto de Educación Secundaria Padre Feijoo. Sus familiares y amigos siempre la han visto como una persona "despierta, inteligente, persistente y trabajadora". Gracias a sus notas, hubo quien quiso que se adelantara de curso, pero su entorno decidió que no se saltara pasos. Años después, decidió estudiar Administración y Dirección de Empresas. Vamos, que en su casa nunca hubo preocupación alguna por el boletín de notas. Se crió en "una familia muy casera", a la que le gustaba la playa y en vacaciones hacer una escapada por el Mediterráneo. Su padre, Adolfo, dio siempre el callo en las baterías de coque de Arcelor; y su madre, Sonia, es ama de casa. Su hermano Iván, cinco años mayor, también se ha curtido en la siderurgia. Ella siempre vio en él "a alguien a quien imitar". Si él pintaba, ella le seguía. También con las lecturas y las películas.

Ya de niña, se veía cierto perfil de dirigente en la ahora candidata, crecida en una casa de izquierdas, donde hablar de política nunca fue un tabú. También en el instituto. Ahí conoció a sus mejores amigos. Los de toda la vida, con los que sigue haciendo piña. Cuentan que, a su inteligencia, se unía un punto de rebeldía, compatible con sus buenas notas. Le encantaban las clases de Ética. En ellas, podía contraponer ideas, debatir... Era lo que más le gustaba. Pasaba tardes y tardes por los cines Yelmo o en el parque del Lauredal. Y sumaba horas al teléfono por las noches cuando aún no se llevaba el Whatsapp. También era asidua a la desaparecida discoteca Tribeca, un local emblemático de la noche gijonesa para su generación. Sus amistades ensalzan que "siempre ha sido alegre y sociable". Se llevaba con mucha gente. Y es una de esas amigas que siempre está ahí cuando se necesita.

Su otra pasión es la economía. Una semilla que plantó una profesora de instituto que medró hasta la titulación bilingüe en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Oviedo, completada con un máster de Comercio Internacional en Valencia. Hizo las prácticas en la Cámara de Comercio de Gijón y después estuvo en Deloitte, RHI, Xentia... Hasta que en 2018 se quedó fija en el departamento de contabilidad de la multinacional DuPont. Dicen sus allegados que se le dan genial los idiomas. Y usa los números en su día a día muchísimo. Lo apunta todo. Es una amante del Excel. Fue en 2017 cuando comenzó a involucrarse poco a poco en Podemos. A través de su hermano, esa figura a seguir, acudió a su primera asamblea. Un camino que culminó cuando en 2021 solicitó la excedencia para ejercer como coordinadora estatal del equipo de Sociedad Civil. Ahora, la candidata es "número dos" de la formación morada en Asturias como secretaria de Organización.

Encajada de lleno en la generación "millennial", no perdona una vez al año un buen maratón de la saga de Harry Potter. Y de Hogwarts, a la Tierra Media con El Señor de los Anillos. Eso sí, es más de libros y series que de películas. "Juego de Tronos", "Stranger Things"... Y en su lista de reproducción musical, "un poco de todo". Aunque nunca faltan grupos "indie" y artistas como Leiva. Sportinguista confesa y socia durante muchos años, no fallaba en El Molinón junto a su pareja, el informático Sergio Álvarez, hasta que aparcaron el carnet por las políticas de devolución del club debido a la pandemia. Seguidora también del Barça y él del Madrid, les toca firmar tregua en los clásicos. Donde hay frente común es en la "Kings League", la competición pseudofutbolística creada por el "streamer" Ibai Llanos, "muy presente en su tiempo libre", y el exjugador Gerard Piqué. Aunque estos días de intensa campaña electoral las horas vuelan, fuera de casa la pareja comparte grupo de amigos y disfruta de la sidra en los chigres de La Calzada. En el barrio, hace "vida y su día a día". Otro ejemplo más del amor por sus raíces.

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