Enagás abre el plazo de ofertas para utilizar la regasificadora de El Musel

Los operadores gasistas tienen este mes para pujar por los 170.000 metros cúbicos de almacenamiento que se ponen en el mercado

Los tanques de la regasificadora, a la derecha.

Los tanques de la regasificadora, a la derecha. / MARCOS LEON

M. C.

Enagás ha abierto el plazo para que las empresas interesadas en contratar capacidad de almacenamiento de gas natural licuado (GNL) en la regasificadora de El Musel, presenten ofertas vinculantes antes del próximo 30 de junio. Será a partir de esa fecha cuando el operador logístico del sistema gasista español analice las propuestas y elija la que resulte más ventajosa. La puesta en servicio de la regasificadora gijonesa requiere, además de la adjudicación a alguna compañía energética o broker del sector, que culmine la tramitación administrativa para que obtenga todas las autorizaciones para su puesta en servicio, en especial la emisión de una resolución favorable por parte del Ministerio para la Transición Ecológica.

La apertura del plazo para presentar ofertas en firme por la regasificadora gijonesa se produce después de que Enagás sondeara el mercado con una fase previa no vinculante, que se desarrolló entre el 6 y el 26 de marzo, en la que 16 empresas comercializadoras manifestaron su interés por participar. "La nueva fase, esta vinculante, permanecerá abierta hasta el 30 de junio, período en el que los comercializadores podrán presentar sus ofertas por la capacidad ofertada de la terminal. El proceso terminará con la asignación de servicios logísticos a largo plazo", indicó Enagás a través de un comunicado.

Los servicios logísticos ofrecidos para esta infraestructura son las operaciones de descarga, almacenamiento y carga de GNL. Dentro del régimen de acceso regulado, la planta de El Musel ofrecerá el servicio indispensable de regasificación para la correcta gestión de la terminal (se tendrá que bombear a la red gasista nacional el gas que se evapora en los tanque de almacenamiento) y el servicio de carga de cisternas.

Enagás califica de "hito para el inicio de las operaciones comerciales de la infraestructura" la apertura del plazo para presentar ofertas vinculantes y recuerda que la regasificadora de El Musel forma parte del Plan Más Seguridad Energética del Gobierno, y permitirá reforzar la seguridad de suministro energético en Europa. La planta de Gijón podría aportar a la seguridad de suministro energético europeo hasta el equivalente en GNL a 8.000 millones de metros cúbicos de gas natural. Permitirá el atraque de buques de entre 50.000 y 266.000 m3, cuenta con dos tanques de 150.000 m3 de capacidad de almacenamiento de GNL, dos cargaderos de cisternas con capacidad para cargar un máximo de 9 gigavatios hora al día y una capacidad de emisión máxima de 800.000 metros cúbicos a la hora.

La capacidad de almacenamiento que licita ahora Enagás es de 170.000 metros cúbicos, lo que supone el 56% de los 300.000 metros cúbicos que pueden albergar sus dos tanques. Los otros 130.000 son los que se emplearán en la carga de cisternas y el bombeo a la red de gasoductos.

Las obras de la planta regasificadora de El Musel concluyeron en 2012 tras un inversión de 382 millones de euros. La planta fue concebida para reforzar la entrada de suministro por barco a la red gasista española, pero la caída de la demanda energética durante la anterior gran crisis y las deficiencias de la tramitación ambiental impidieron su apertura. Ahora entrará en servicio, pero no como planta de regasificación si no como terminal para reforzar la seguridad de suministro energético europeo con operaciones de descarga, almacenamiento y carga de gas natural licuado.

La activación de la regasificadora como almacén logístico se lleva preparando desde 2014, cuando un cambio normativo abrió la posibilidad a poner en explotación la planta para exportar gas licuado a otros países. La necesidad de volver a repetir toda la tramitación administrativa de la instalación, después de una sentencia de 2013 que cobró firmeza en 2016 anulando la primera autorización de la planta, fue el primer obstáculo que se tuvo que salvar. Ecologistas en Acción ha interpuesto un nuevo contencioso.

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