Pese a la nula visibilidad causada por las nubes que cubrieron ayer Gijón, el observatorio astronómico del Monte Deva recibió a más de cincuenta personas en una noche señalada en el calendario de los aficionados a la meteorología por la lluvia de Perseidas o lágrimas de San Lorenzo. "Estas son las dos noches que más gente recibimos a lo largo del año. Ya se han convertido en una tradición. Cuando hay dos jornadas buenas vienen 400 personas", dijo el presidente de la Sociedad Astronómica Omega, Santiago Izquierdo.
Las citas que convocaron para las noches del sábado y domingo arrancaron a las 21.30 horas con una charla sobre las Perseidas, que tuvo lugar en el salón de actos del Centro de Interpretación de la Naturaleza. Entre los asistentes, estaba el murciano Sergio Celdrán, que acudía por primera vez a un evento de estas características: "Venimos para tener constancia y que nos pongan al día sobre las Perseidas, porque más allá de haberlas visto no teníamos conocimientos sobre ellas".
La divulgación sobre la astronomía no terminó ahí. En la Sala de Exposiciones, los visitantes tuvieron a su disposición una muestra de astrofotografía con objetos celestes. "Veníamos con la idea de ver la lluvia pero solo con la charla y la exposición ya merece la pena", aseguró Andrea Fernandes. Asimismo, en la actividad también puede visitarse en grupos reducidos el observatorio.
Esta noche volverá a repetirse la parte divulgativa de la actividad y, salvo sorpresa, tampoco será posible culminarla con la visualización de los destellos luminosos que tanta expectación generan. "Otro año habrá. Ya estamos acostumbrados a que esto se vea frustrado la mitad de las veces. Este año era bueno porque no había luna llena, pero falló el otro factor decisivo, la climatología", reconoció Izquierdo.