"Pretendemos que Barbón nos escuche", dicen los vecinos al llevar 15.000 firmas contra la pirólisis al Principado

El rechazo a la pirólisis llega al Congreso de los diputados a través de una pregunta de Sumar al Gobierno

"Pretendemos que Barbón nos escuche", dicen los vecinos al llevar 15.000 firmas contra la pirólisis al Principado

Amor Domínguez

M. C.

«Esta es parte de la campaña de movilización que hicimos a lo largo del mes de abril y de mayo en contra de la instalación de la planta de pirólisis y lo que pretendemos ahora es que realmente Barbón nos escuche, porque él es el responsable de que esa empresa se instale, no hay mayor responsabilidad que la del presidente del Gobierno regional». El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón (FAV), Manuel Cañete, pronunció estas palabras poco antes de partir, al filo de las once y media de esta mañana, junto a varias decenas más de gijoneses hacia Oviedo en dos autobuses fletados para protestar ante las dependencias del Principado a la par que se presentan las más de 15.000 firmas recogidas contra el proyecto de Preco para instalar una plata de pirólisis en El Musel.

En la protesta que se produjo en Oviedo durante la entrega de las firmas, entre las doce del mediodía y la una menos diez de la tarde, aproximadamente, participaron un centenar de personas y a la misma se sumaron cargos públicos de IU y de Podemos.

Barbón no ha atendido la petición de la Plataforma contra la Contaminación de Gijón para recibirlos, señala Cañete. «Nuestra intención es que nos escuchen en Asturias cuando sea. Nos han negado un recibimiento y lo que queremos es que nos reciba», agrega.

Respecto al proyecto de pirólisis –la descomposición de plásticos en compuestos químicos aprovechables mediante altas temperaturas en ausencia de oxígeno– que es una actividad sujeta a la normativa de coincineración, el responsable de medio ambiente de la FAV, José Luis Rodríguez Peón, agregó que «esto sería ya la puntilla a la zona de Gijón por el tema de la contaminación».

El número de firmas que se habían recogido hasta ayer era de 15.164, si bien algunos de los miembros de la Plataforma contra la Contaminación de Gijón entregaron, poco antes de embarcar en los autobuses, alguna hoja con varias decenas de firmas más.

Los vecinos, en su mayoría de la zona oeste de Gijón, pero también del centro y de barrios del este de la ciudad, acudieron acompañados en el autobús por las concejalas de IU, Noelia Ordieres y de Podemos, Olaya Suárez. También fue con los vecinos desde Gijón el exdiputado nacional y actual miembro de la ejecutiva estatal de Podemos Rafael Mayoral. En Oviedo se sumó a la protesta la diputada autonómica de la formación morada Covadonga Tomé.

Además de los que han partido en autobuses, otros gijoneses acudirán a la protesta convocada frente al registro general del Principado en tren.

Mientras los vecinos se manifiestan en Oviedo, su inquietud ha llegado al Congreso de los Diputados, con una pregunta que ha formulado al Gobierno el diputado por Asturias de Sumar, Rafa Cofiño. Cofiño ha registrado hoy una pregunta respecto a la evaluación de impacto en salud y la planta de pirólisis de Xixón. El objetivo de esa iniciativa escrita es que Gobierno de la nación informe sobre el grado de seguimiento y cumplimiento que se está realizando a nivel estatal de las evaluaciones de impacto en salud, reguladas en la ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, y de forma concreta por la planta asturiana en El Musel. "La evaluación de impacto en salud es una forma de analizar en qué medida diferentes proyectos o tecnologías pueden tener un impacto significativo sobre la salud de la población", ha explicado el parlamentario, que se ha dirigido al ejecutivo en una comunicación redactada en asturiano y castellano.

El parlamentario reclama información sobre qué grado de implantación tienen esas evaluaciones de impacto de salud de forma global a nivel estatal y, concretamente, solicitando la pertinencia de ese tipo de evaluación para la implantación de plantas de pirólisis como puede ser el caso concreto de la valoración que se está haciendo de la planta en Gijón. "Consideramos que, pese a que puede haber una evaluación de impacto medioambiental favorable, es necesario realizar ese tipo de declaraciones de impacto en salud, sobre todo por el efecto sumativo del riesgo, es decir, la población de la zona no está expuesta solamente a esa nueva tecnología que puede suponer un riesgo; hay un principio además en la propia Ley de Salud Pública que plantea un principio de precaución ante la hora de implantar determinadas tecnologías", ha señado Cofiño, ya que "no está expuesta solamente a un riesgo sino que está expuesta a diferentes riesgos sumativos, por lo que consideramos que evaluación de impacto que se realice tiene que tener en cuenta, técnicamente, este riesgo de efecto sumativo sobre la población". 

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