Expediente a la UTE de Cabueñes por la demora de la ampliación

El complicado arranque de la gran obra de ampliación del Hospital de Cabueñes generó en 2022 unos cuatro meses de retrasos que hacen que la reforma se prevea que vaya a finalizar, ahora, en mayo de 2025 y no, como preveía el Principado, a inicios de ese mismo año. Así lo confirmó ayer la consejera de Salud, Concepción Saavedra, en respuesta a la pregunta planteada en sesión plenaria en Junta por la diputada Covadonga Tomé, a quien reconoció también que su equipo había abierto un expediente a la UTE responsable de la obra para imponerle una posible penalización, si bien aclaró que la constructora ha pedido más tiempo para alegar contra esta medida y reconoció, también, que el inicio de la obra había sido "muy complicado" por varios "imprevistos", como la presencia de un aljibe y un árbol centenario que se tuvo que trasladar.

Saavedra señaló que su equipo ya sabía que el inicio de la ampliación sería complicado porque debía lidiar "con un hospital en pleno funcionamiento y sus dinámicas", por lo que los accesos rodados al complejo y los aparcamientos que lo rodean limitaron ya desde el principio el margen de maniobra de la UTE, formada por FCC y Los Álamos, y que lidera un proyecto que se adjudicó por 79 millones de euros y con 29 meses de plazo. Sí reconoció la consejera que, en el caso de Cabueñes, el inicio "se complicó un poco más de lo previsto", porque los operarios se encontraron con servicios subterráneos no previstos –entre ellos un aljibe que no constaba en ninguna parte– y con elementos como un "árbol centenario" que resultó estar protegido y que se tuvo que trasladar y tratar. "Eso nos obligó a modificar el programa inicial de obras, con nuevos hitos, de acuerdo a la dirección facultativa. Hemos concedido ampliar el plazo (de la obra) en cuatro meses, hasta mayo de 2025, y para velar por eso, como en cualquier obra, hay un contacto permanente desde la consejería, donde vamos valorando posibles cambios", razonó Saavedra.

La consejera explicó que tras esta última modificación todo parece ir ahora "de forma correcta". Reconoció, sin embargo, que ese retraso inicial, por protocolo, implicó "la apertura de un expediente de imposición de penalidades", un trámite que está ahora a la espera de las alegaciones de la UTE, que por su parte ha pedido, y se le ha concedido, algo más de tiempo para contestar.

También en respuesta a Tomé, que había lamentado que al retraso durante años de la tramitación de la obra se sumó que la primera licitación había quedado desierta por publicarse con casi la mitad del presupuesto que acabó necesitando, Saavedra aclaró que el contexto, el pandémico, había sido complejo. "Con la crisis sanitario y lo que vino después hubo un gran cambio en el mercado y una subida de precios, por eso se tuvo que volver a licitar. La obra coincidió también con un momento de aumento de precios, como el del hierro, que se tenía que usar para la cimentación. Todo esa afecta al equilibrio económico", razonó la consejera.

Respecto al futuro de Cabueñes, Saavedra señaló que "el plan funcional tiene que ir creciendo y adaptándose" y estudiar "otros tipos de servicios o prestaciones" que no se barajaron en el proyecto original, algo habitual en obras largas y complejas como esta. LA NUEVA ESPAÑA ya había contado el pasado sábado que la jefatura de Cabueñes ya había comunicado al personal que el plan de ampliación se revisaría para incluir nuevos servicios y el viernes que desde el Principado se "valora" que uno de esos servicios a incorporar sea el servicio de Psiquiatría, una medida que el personal del hospital pide desde hace años, que recientemente solicitó la alcaldesa Carmen Moriyón y que la diputada popular Pilar Fernández Pardo volvió a reivindicar –su partido también lleva años reclamándolo– ayer.

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