En libertad los dos adolescentes que provocaron un incendio en un portal de Gijón

Según los vecinos, los jóvenes, de 14 y 16 años, reconocieron haber sido los autores del fuego en el lugar de los hechos

Incendio en un edificio de Gijón: así quedó la escalera del inmueble después de que unos gamberros quemasen unos papeles

A. F. V.

Una gamberrada que pueden acabar por pagar caro. Los dos adolescentes, de 14 y 16 años, acusados de provocar un incendio en el número 47 de la carretera Vizcaína han declarado esta mañana ante la Sección de Menores de la Fiscalía, tras lo que han quedado en libertad vigilada a la espera de la celebración del juicio. A ambos se les acusa, tal y como desveló ayer LA NUEVA ESPAÑA, de prender fuego a unos papeles de estraza que protegían el vestíbulo del edificio, en obras, y provocar diversos daños, entre ellos el reventón de una ventana y una bombilla. Aunque leve, el suceso generó cierto revuelo en la comunidad de vecinos.

Todo sucedió a hacia las 21.00 horas del lunes. Fue entonces cuando se decretó un pequeño incendio en toda la escalera izquierda del portal hasta el primer piso. Dos rápidos residentes de esta planta, no obstante, lograron apagar el foco con cubos de agua antes de que fuese a más, y junto a otro vecino que había visto a dos jóvenes merodear por la zona lograron, también, averiguar que el incendio no fue fortuito, sino una "gamberrada". "Fueron dos chavales de 16 años; uno de ellos nos lo acabó reconociendo ante la Policía", se lamenta Ángel Canal, presidente de la mancomunidad de vecinos, que ayer pidió a los operarios retirar el resto del empapelado para evitar un posible "efecto llamada" a nuevos actos vandálicos.

El reciente episodio del dramático incendio en Valencia, con una decena de víctimas mortales, hizo que el susto de ayer fuese más llamativo. Canal explica que empezó a oler a quemado y que cuando trató de asomarse a la mirilla ya solo se vio humo. Temió, de hecho, que el fuego viniese de la vivienda de en frente. "Automáticamente llamé a la Policía y abrí las ventanas de casa", cuenta. La escalera afectada, sin embargo, es estrecha, y los techos no muy altos, así que el calor del fuego acabó por reventar los cristales de la ventana del rellano en pocos minutos. Un desperfecto que se suma a un foco de luz roto, pero que vino bien. "Por ese hueco ya se empezó a ventilar la humareda y vimos que lo que se estaba quemando eran los papeles del suelo. Mi vecino y yo, con algunos cubos de agua, lo pudimos apagar sin problemas. Fue un susto", señala el presidente.

El "misterio" del incendio, además, tardó poco en resolverse. Ayudó que un vecino del inmueble, que fue bombero, supo identificar que su portal no corría peligro y se asomó para ver si veía el origen del fuego. Y vio a dos jóvenes, que se cree que trataron de prender fuego también a otra escalera, mientras "se reía". Los vecinos explican quea uno de ellos lo conocen porque es familiar de una residente del inmueble, y que éste les reconoció los hechos delante la Policía Local.

TEMAS