Condenados a jugar al fútbol casi a oscuras en Gijón: un equipo compra postes de luz para poder entrenar

La Peña Hermanos Castro ha tenido que comprar postes para dar luz a su campo ante las deficiencias de la iluminación pública: "Nos limita"

Fútbol en penumbra en La Pampa

VÍDEO: Pablo Palomo / FOTO: Juan Plaza

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Leo y Hugo Álvarez son dos alevines del histórico equipo Peña Hermanos Castro que, aunque solo tienen once años, ya demuestran buenas maneras futbolísticas. Sin embargo, cuando levantan la cabeza para dar un pase o para chutar a portería les cuesta encontrar al compañero o enfilar el arco. Y no es porque les falte visión de juego o puntería. Es porque la mayor parte de las veces a la hora de entrenar lo hacen prácticamente a oscuras. Esa situación la arrastran el resto de compañeros del equipo, unos 15 chavales, a los que le toca ejercitarse en el vetusto campo de La Pampa, al pie de la calle Les Cigarreres, en el barrio de Roces, donde la iluminación, casi se puede decir así, brilla por su ausencia. Así lo denuncia la directiva del club que explica que, aunque el terreno de juego es una propiedad privada, el alumbrado sí que depende del Ayuntamiento. La cosa está en que los cuatro focos de tipo leds, de los nuevos que se han instalado en Gijón, apenas tienen potencia. La situación ha llegado a tal extremo que el club ha tenido que comprar unos postes de luz de su bolsillo para poder sobrevivir. "La actividad y el aprendizaje nos queda muy limitada", lamentan.

Todo tiene un toque a fútbol de antes en el campo de La Pampa, donde entrena este célebre club fundado en la década de los setenta desde el 2018. No solo porque el césped es de hierba, una rareza en el balompié actual, o porque como en días como el de ayer, cuando el cielo se empeña en derramar lluvia, aún huele a barro, sino también porque hay ciertos rituales que se cumplen día sí y día también. Esto, que hasta podría tener un sabor romántico, pierde toda su gracia cuando se trata de afrontar la rutina de gente como Iván Fidalgo, el secretario de la entidad, o de Antonio Naveiras, el presidente.

Jaime Costales e Iván Fidalgo colocando el cable de uno de los postes, ayer, en el campo de La Pampa. | Juan Plaza

Jaime Costales e Iván Fidalgo colocando el cable de uno de los postes, ayer, en el campo de La Pampa. / Juan Plaza

Ellos son los encargados cada vez que hay entrenamiento y el sol se esconde por La Calzada de sacar de la caseta los postes de la luz que el club ha tenido que comprar. Los anclan al tapete, tiran el cable encajándolo por el tejado y los enchufan en una regleta de la caseta donde los sacaron, donde se asienta un pequeño gimnasio y material de entrenamiento. "Tenemos muchas dificultades para entrenar. En los meses de invierno la actividad se reduce prácticamente a las zonas donde hay luz", cuenta Fidalgo. La afirmación es cierta porque, pese al esfuerzo de hacer llevar la luz a donde no la hay, lo cierto es que la mayor parte del rectángulo de juego es un claroscuro.

"Hemos tenido que sacar dinero de nuestro bolsillo, porque con las cuotas no nos da", añade Fidalgo. Lo que reclama esta entidad deportiva gijonesa es que el Ayuntamiento solucione el tema de la potencia de los focos de la iluminación exterior. Ya lo han pedido en varias ocasiones, cuentan, sin respuesta. "Hemos tenido silencio", añaden. Esta situación entronca justo en un momento en el que las quejas por los problemas en instalaciones deportivas municipales (no como La Pampa) arrecian. El Patronato Deportivo se comprometió a arreglarlo de forma inminente. La Peña Hermanos Castro espera que, desvelando su situación, su problema tenga solución y que, tras muchas dificultades, puedan ver, y nunca mejor dicho, la luz al final del túnel.

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