Lágrimas por la muerte de María José Pablos, excoordinadora del Teléfono de la Esperanza: "Siempre se preocupaba por los demás"

"Era muy activa", afirman los allegados de la difunta, "en shock" por la repentina muerte

María José Pablos, en una imagen de archivo

María José Pablos, en una imagen de archivo / Marcos León

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Era una mujer tan poliédrica, tan luchadora, tan activa y siempre tan pendiente de ayudar a los demás que su muerte ha sido un durísimo mazazo para muchos sectores de la sociedad gijonesa y de Las Cuencas. María José Pablos Moreno, quien fuera una de las primeras concejalas de la historia de Asturias, activista feminista de reconocido prestigio y militante histórica del movimiento vecinal, fue localizada ayer por la mañana muerta en su vivienda de Cimadevilla. A sus 69 años, cumplía los 70 el próximo 19 de marzo, día de San José, seguía vinculada a la ONG "El Teléfono de la Esperanza", entidad dedicada a prevenir el suicidio, a pesar de haber pasado el relevo de su coordinación hacia finales del 2021. "Fue una persona muy activa desde siempre", expresaron ayer varios de sus familiares, aún consternados por lo inesperado de su muerte.

Y fue inesperada porque María José Pablos, mujer "que siempre andaba metida en algún sarao", como comentaron muchos de los que la conocieron, había venido haciendo vida normal hasta la madrugada del sábado al domingo. De hecho, estuvo el pasado viernes en el Ateneo Obrero de La Calzada para asistir a la presentación del libro del diputado de Sumar, Rafael Cofiño. La mujer fue hallada muerta ayer domingo a la mañana en su casa de la calle Rosario. Hasta esta vivienda acudió la Policía Nacional, que descartó cualquier tipo de muerte violenta. En el portal de su vivienda aguardaban varios familiares, muy afectados por lo acontecido. "Era una mujer muy activa", comentó entre lágrimas uno de ellos.

Esta misma sentencia se repitió en diversos foros de la ciudad. La noticia de su fallecimiento corrió como la pólvora en varios grupos de Whatsapp. Ella misma formaba parte de varios. Natural de El Entrego, estaba en uno que compartía con varios antiguos vecinos de esta localidad de Las Cuencas. Era habitual que con esta gente mantuviera al menos una comida de hermandad todos los años donde ponerse al día de su vida. Una vida, la de María José Pablos, que estuvo trufada de importantes acontecimientos.

De El Entrego, su compromiso político se fraguó en la dictadura. Vinculada a la izquierda, fue en las listas del Partido Comunista en las elecciones de 1979 en San Martín del Rey Aurelio donde fue una de las primeras concejalas de Asturias. Compatibilizó su labor política con la búsqueda de una plaza como enfermera. Esta profesión, que amó, la acabó llevando a Gijón para trabajar durante años en el Hospital de Cabueñes. Luis Campello, hoy solo militante de IU, fue su compañero en 1979. "Era activa e inteligente, siempre estaba preocupada por los demás", aseguró.

En Gijón, su compromiso político también se dejó notar. Fue como número "cuatro" en la lista de Izquierda Unida-Los Verdes en 2007. Formaba parte de esta última formación. "Tuvo un papel clave en el acuerdo de gobierno con el PSOE de aquellos años. Era una persona honesta y trabajadora. Muy entrañable y muy comprometida", recordó Nacho González, portavoz por entonces de Los Verdes. El actual portavoz municipal de Izquierda Unida, Javier Suárez Llana, también expresó ayer su pesar. "Echaremos de menos tu compromiso, siempre alegre; tu militancia, a la vez serena y vivaz; y tu eterna sonrisa, grande y abierta. Hiciste del cuidar tu forma de vida", escribió en su cuenta de X, la antigua Twitter.

El golpe fue duro también en el movimiento vecinal de Gijón. Vecina de Cimadevilla, donde consta que era muy querida, siempre fue un valioso miembro en las reclamaciones vecinales de primeros del presente siglo, también en las actuales, desde la asociación de vecinos "Gigia", de la que formaba parte y fue directiva. Estuvo también en la ejecutiva de la Federación de asociaciones de vecinos, la FAV, en los tiempos de Amador García de presidente. García, que era paisano de Pablos Moreno, estuvo ayer en el tanatorio de El Lauredal, a donde fueron trasladados sus restos mortales.

"Estamos aún en shock", comentó el veterano líder vecinal, a su regreso del equipamiento de la zona Oeste, donde las muestras de cariño fueron abundantes. "Era muy dinámica, siempre estaba metida en algo. Fue muy activa en movimientos feministas y vecinales, no paraba. Era una mujer excepcional. Es imposible ponerle ningún reproche", comentó Manuel Cañete, actual líder de la FAV, que ayer se mostró muy afectado por la pérdida debido a la estrecha relación de amistad, fraguada con los años, que ambos mantenían. Aún jubilada, seguía vinculada todavía en la actualidad al Teléfono de la Esperanza, entidad que coordinó hasta pasarle el testigo a Fernando Gutiérrez. "Siempre estaba comprometida con lo que hacía", destacó. María José Pablos Moreno deja un hijo, una hermana, una madre y compañero vital, así como tres sobrinos y decenas de amigos. Su último adiós se le tributará hoy a las seis de la tarde en El Lauredal, donde se despedirá a una mujer emblema de muchas luchas.

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