Natalia Estrada, de icono en los 90 a "cowgirl" en Gijón: así es hoy la vida de la actriz

La actriz y presentadora, que ahora cuenta con un centro ecuestre en Italia, imparte un curso: "Hay que cuidar el bienestar mental del animal"

Natalia Estrada imparte un clinic en el Club Hipico Astur de Gijon

VÍDEO: Pablo Antuña FOTO: Marcos León

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Aunque lleva afincada casi tres décadas en Italia, cada vez que Natalia Estrada regresa a Gijón recibe un chute de energía. Aunque sea por unos días, el contacto con familia, amigos y su tierra le reconforta. Pero su último paso por Asturias ha sido más especial que nunca. Por primera vez el motivo de su regreso fue para un trabajo de su pasión actual: los caballos. Famosa en los noventa por su papel como actriz y presentadora, Estrada disfruta ahora muy cerca de Turín, en Italia, en su centro de formación y exhibición ecuestre, donde cuenta con unos 35 caballos. Y esa inquietud que le hizo iniciar este proyecto hace 20 años, ahora se ha convertido en su modo de vida y le ha permitido regresar a Gijón para impartir en el Chas (Club Hípico Astur) un curso intensivo de técnicas sobre el manejo de caballos.

"Cumplí mi sueño de volver a Gijón con los caballos, y demostrar también que se puede cambiar de vida, pasar de página y dedicarse a otra cosa que aparentemente es muy diferente, pero que tiene que ver mucho con el baile y mis raíces en Asturias", indicó ayer Natalia Estrada, tras impartir esta actividad en el Chas, en la que estuvo acompañada por el famoso entrenador de caballos estadounidense Buck Brannaman.

Eva Boudón, directora de la Escuela de Equitación del Chas, y amiga desde niña de Natalia Estrada, fue la impulsora de este clínic, tras un reencuentro hace unos años en una actividad ecuestre. "Es un lujo que haya venido aquí a impartir este curso. Porque nadie es profeta en su tierra. Y ha venido por su amor a Gijón, porque los cursos que imparte tienen precios prohibitivos y este lo ha dado por una cantidad simbólica", explicó sobre una actividad en la que participaron unas 50 personas, 28 de oyentes y 22 montando a caballo. "Y ha venido mucha gente de fuera", enfatizó.

Hasta su hija Natalia Mastrota participó ayer. No era para menos, porque toda su familia estuvo presente. Desde su abuela Otilia, a padres, hermanos o sobrinos, que la arroparon en una jornada muy intensa en el Chas. Y también muy emotiva. "Me he acordado mucho de mi abuelo, que era con el que iba a ver al Concurso Internacional de Saltos de niña", recordó Natalia Estrada. "La pasión por los caballos ya me viene de niña. Me encantaba ver a los asturcones corriendo por los campos. Recuerdo cuando montaba en la burra de Ramón, un vecino de la casa que teníamos en La Collada, cuando no imaginaba que algún día dedicaría mi vida a los caballos", subrayó.

Los jinetes Álvaro González y Juan Carlos Rodríguez fueron dos de los asistentes como público a este curso especial, que siguieron de cerca las recomendaciones y consejos de Natalia Estrada. "Se nota que sabe y explica muy bien. Es algo distinto y que viene bien saber lo que ha explicado para conocer cómo manejar al caballo", apuntó González. "Es un placer tenerla aquí. Ha sido una sesión muy productiva. Porque lo que nos ha aportado son esas cosas básicas fundamentales que muchas veces no les prestamos atención", analizó Rodríguez.

Fueron casi cuatro horas por la mañana con adultos y otras tantas por la tarde con amantes de la hípica más jóvenes. Consejos e indicaciones, ataviada con un sombrero al estilo "cowgirl", y con mucha pasión y cercanía con todos los asistentes al encuentro. Así transcurrió la jornada de Natalia Estrada, que mañana pondrá ya rumbo de nuevo a Italia. "Lo bueno es que ahora vuelos directos desde Milán, así que en vez de un par de veces al año, podré volver más a Gijón", señaló, antes de indicar que esta visita de una semana le ha permitido aprovechar al máximo la tierra: "Ya comí unos oricios y cachopo, y bebí sidra".

Respecto al clínic, Natalia Estrada transmitió todas las motivaciones que le llenan de esta nueva etapa de su vida: "Un caballo es un animal que saca de ti lo mejor y lo peor. Es como tener un espejo frente a ti que te dice lo que eres realmente. A través de un caballo, que no es un vehículo, porque tiene un alma y un corazón, tiene sus días buenos y malos, te puedes relacionar sin esconderte, porque al caballo no le puedes mentir, sabe si estas nervioso, cabreado o le tienes miedo". También aconsejó a los asistentes "cuidar el bienestar mental del animal", y lo argumentó de esta manera: "No sacrifiquen el alma del caballo y todo lo bueno que puede dar por una medalla. Está bien saltar, competir y hacer ensayos, pero hay que poner mucho hincapié en centrarse en su bienestar mental".

Mario Vigil, presidente del Chas, transmitió su satisfacción por la "expectación" generada en la mañana de ayer domingo. "Natalia estuvo cómoda, como en su casa, ojalá pueda venir más veces", apuntó. Una idea que también compartió Natalia Estrada, que se llevó una ovación en su despedida, y dejó claro que es feliz con su nueva vida: "Dejé la televisión en el momento ideal, cuando empezaba a ser mala, quedaban pocas cosas interesantes que pudiera hacer, estoy desconectada de ese mundo, de lo que me sé todo ahora es de los caballos".

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