El Indus, junto a los vecinos "desde el primer minuto"

El club fabril teme que un vial en superficie afecte a sus instalaciones: "Tendríamos que reducir equipos en la cantera"

Por la izquierda, Rafael Menéndez, Iker Alegre, Daniel González, Darío Rial y Raúl Fernández, ayer, en el campo de Santa Cruz. Al fondo, jugadores de la escuela, entrenando sobre el terreno de juego de Jove.

Por la izquierda, Rafael Menéndez, Iker Alegre, Daniel González, Darío Rial y Raúl Fernández, ayer, en el campo de Santa Cruz. Al fondo, jugadores de la escuela, entrenando sobre el terreno de juego de Jove. / Ángel González

"Estar en 2024 en la misma casilla de salida es un chasco". Así resume el presidente del Gijón Industrial, Rafael Menéndez, el sentir de los integrantes del club de La Calzada respecto a la principal preocupación del barrio. Tras la negativa del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de llevar a cabo el túnel del vial de Jove, la entidad que dirige Menéndez ha demostrado su preocupación en todo momento. Prueba de ello fue su colaboración en la primera gran movilización de los vecinos, que tuvo lugar el 6 de abril mientras que se disputaba el derbi entre el Gijón Industrial y el Ceares. "Estamos totalmente solidarizados con ellos y abiertos para lo que necesiten. Les vamos a apoyar de principio a fin porque creemos que el vial de Jove debe ser soterrado por el bien de La Calzada y de Jove".

En cuanto a lo futbolístico, en el club fabril no guardan buen recuerdo de aquella jornada, puesto que recibieron una dolorosa goleada. Sin embargo, se muestran orgullosos de que la zona oeste alzara la voz desde el campo de Santa Cruz, el terreno de juego al que ayer acudieron varios representantes de la entidad para dar a conocer su opinión sobre la situación actual del vial de Jove. "Desde el primer minuto quisimos estar al lado de los vecinos porque prácticamente un 80 por ciento de nuestros jugadores son de la zona oeste", señaló el presidente, a quien le preocupa especialmente que la autovía del vial de Jove pusiera en peligro las instalaciones de El Frontón. "Nos cogería el espacio que hay entre una portería y una esquina. No podríamos hacer fútbol 11 porque no darían las dimensiones y nos quedaría para fútbol 8", explica Menéndez, antes de señalar que "tendríamos que mirar una reducción de algún equipo porque no vamos a tener espacio suficiente para entrenar en Santa Cruz". "Lo tenemos muy saturado y tenemos que derivar entrenamientos a El Frontón", asevera.

Tanto los miembros de la junta directiva como los futbolistas coinciden a la hora de poner el foco en la preocupación que les genera la polución que existe en la zona oeste, donde desempeñan su rutina futbolística los alrededor de 400 jugadores que integran el club. "Nos pilla todo, estamos en la zona cero. Limpias las butacas y las mesas y al día siguiente ya notas una capa grandísima de contaminación. Incluso el césped coge otro color", dice Menéndez. "El tránsito de tanto camión por esta zona lleva a que haya más contaminación", afirma Iker Alegre, delantero del primer equipo del Gijón Industrial y vecino de La Calzada. Sabe bien de lo que habla porque a diario desempeña su labor como taxista. "Todos los días tienes que limpiar el coche y al día siguiente ya tiene polvo", relata Alegre, con quien se muestra de acuerdo Raúl Fernández, también ariete del Gijón Industrial y residente en el barrio.

Por su parte, el vicepresidente del club y coordinador de la cantera, Darío Rial, subraya el impacto de la polución en los jugadores de las categorías inferiores. "Si desde pequeño empiezas con polución donde entrenas y vives, la respiración es un poco más exagerada al estar respirando aire de mala calidad", desarrolla Rial, antes de lamentar que "desde hace tantos años se lleva suplicando que esto se vaya reconduciendo y es chocar siempre contra un muro". Uno de los que forma parte de la cantera es Daniel González, mediocentro del juvenil A. "El ambiente está muy cargado. Hay demasiada contaminación y eso dificulta el esfuerzo físico cada vez que entrenamos y jugamos", cuenta González, vecino de La Calzada de 17 años que confía en que "si todos estamos juntos esto se puede conseguir".

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