Un año de mandato | El análisis

Nuevas vías para la gestión cultural en Gijón

El ambicioso plan expositivo de Tabacalera, a semanas de presentar su proyecto de reforma, centra un nuevo marco que ya ha puesto en marcha la residencia artística de Contrueces y que quiere mantener el Revillagigedo como sede de muestras municipales

Una de las fachadas de Tabacalera. | Ángel González

Una de las fachadas de Tabacalera. | Ángel González

Ya en campaña electoral, y aunque por entonces aún no tenía un nombre, la ahora alcaldesa Carmen Moriyón hablaba de un modelo cultural que quería situar a Tabacalera como el corazón de un nuevo proyecto. Señalaba la Regidora que veía en la vieja fábrica de tabacos la oportunidad de crear un gran centro expositivo que permitiese traer a Gijón muestras temporales de grandes pintores mediante acuerdos puntuales con fundaciones y coleccionistas –señalaba como ejemplos a Pérez Simón, Plácido Arango y Masaveu– y citaba el ejemplo de éxito que fue el Guggenheim. Tras un año del nuevo mandato, la previsión del bipartito es presentar el proyecto de obra para Tabacalera el mes que viene e iniciar las obras a finales de este año o a inicios del que viene en lo que será el plan más relevante de un marco cultural que, ahora sí, tiene nombre, la "vía gijonesa", y que incluye la residencia artística de Contrueces, ya en funcionamiento, y la recuperación del Palacio de Revillagigedo como sede de muestras municipales, un reto vigente al menos durante este año tras lograrse el visto bueno de la Fundación Cajastur, su titular.

La "vía gijonesa", como tal, recibió su bautismo oficial en un debate cultural organizado el pasado febrero por LA NUEVA ESPAÑA en el Club de Regatas. Defendía en aquel acto la Regidora que la ciudad no podía "compararse" con otras porque entendía que el inmueble de Tabacalera, con su historia, suponía un valor único. No hizo falta, desde entonces, volver a hablar del Guggenheim, como tampoco hizo falta romper con todo el trabajo realizado en el mandato anterior. Aunque los foristas siempre presumieron de haber sacado adelante la rehabilitación inicial del edificio, que corría riesgo de deteriorarse hasta niveles irreversibles, había sido el anterior gobierno del PSOE e Izquierda Unida el que había puesto sobre la mesa un plan de usos y un modelo concreto para el inmueble.

De ese trabajo previo se salvó, sobre todo, el uso de la planta baja, que seguirá siendo para crear un museo de la propia historia de Gijón sirviéndose de los restos romanos, los del antiguo convento y los de la fábrica de tabacos. Se cambiaron, modificando el plan de usos, el futuro de la primera y segunda planta, ahora liberados como espacios expositivos y despojados, por tanto, de la residencia de artistas y varias salas multifuncionales que proyectaban los socialistas. A cambio, y de acuerdo a una idea que también se había anunciado en campaña, nació el otro gran proyecto de la "vía gijonesa": la residencia de artistas en el Palacio de San Andrés de Cornellana de Contrueces. Fue este, de hecho, el primer plan cultural del gobierno en hacerse realidad: lo hizo a finales del año pasado, con la entrada de cuatro artistas en una suerte de plan piloto mientras se lanzaba la primera convocatoria oficial, ahora ya publicada.

De acuerdo a la visión original de la "vía gijonesa", y aunque por ahora se trata de un proyecto de mandato menos urgente, la residencia se completará con la recuperación de los viejos depósitos de Roces, que se reformarán como espacios de creación artística. Así, la idea es crear un eje cultural norte-sur y, de paso, reorganizar o "repartir" los servicios de Tabacalera. La fábrica se quedará con la exposición de grandes pintores y como gran tractor de muestras temporales que permitan incluir a la ciudad en el circuito cultural nacional e internacional y los creadores, por su parte, tendrán su espacio en la residencia –que nace con una visión, también, más nacional e internacional– y en los depósitos, que a la larga aspiran a darle una habitación propia a artistas locales.

Más allá de este eje, con la "vía gijonesa" se pretende crear otro dentro del propio barrio de Cimadevilla. Y es aquí donde el Revillagigedo cobra protagonismo. La sensación de que el palacio llevaba unos años algo desaprovechado, sobre todo por la ausencia de proyectos vinculados al fondo artístico del Ayuntamiento, era sabida. Ya en el anterior mandato, de hecho, hubo un intento de acercamiento con la Fundación Cajastur que no llegó a fructificar. Este año, sin embargo, se logró firmar un convenio de colaboración que, además, no implicó un acuerdo económico como compensación más allá de los gastos corrientes por el uso del edificio, que sí asume el Ayuntamiento. Fruto de ese convenio nació "Orto y ocaso", una muestra inaugurada la pasada Semana Santa y que expone hasta después del verano un repaso de la historia industrial de vidrio y loza de la ciudad. Ambas partes, Ayuntamiento y Fundación Cajastur, ya han mostrado su predisposición a que el convenio se pueda renovar en años venideros.

Si el Revillagigedo se consolida como espacio de muestras municipales, la Casa Natal de Jovellanos podría renacer como centro cultural centrado en la figura del prócer y despojarse de la función oficiosa de pinacoteca que se le lleva atribuyendo durante años. Esta idea se enmarca, también, en la "vía gijonesa", que pretende ser más un modelo de ciudad y, por tanto, desarrollarse al completo con más calma. Por ahora, lo urgente es reformar Tabacalera –que ya se pudo "lucir" en los últimos Premios Princesa de Asturias–, sacar adelante la primera residencia formal en Contrueces –que podrá acoger a alrededor de una decena de artistas cada año– y mantener las buenas relaciones con la Fundación Cajastur.

A este marco cultural, sin embargo, le salen ahora nuevas aristas. De nuevo en Cimadevilla, y tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, sale finalmente adelante la idea de crear un centro de interpretación en el entorno de la batería militar del Cerro con un edificio de nueva construcción que servirá como área de recepción a visitantes y que acogerá, también, una sala de proyección y expositiva. El plan, que tiene ahora pendiente redactar su proyecto de obra y que resumirá la historia defensiva de la ciudad entre la Campa y La Providencia, será uno de los proyectos estrella del programa de turismo sostenible financiado con fondos europeos –y por tanto ajeno a la "vía gijonesa"– e iniciado en el mandato anterior. Este mismo plan incluye recuperar la batería militar baja de Cimadevilla, la situada en el entorno del skate park, y que ya están en obras. E incluye, también, la recuperación del refugio de este mismo barrio, situado bajo la Casa Paquet, y que se quiere hacer visitable. Todo apunta a que, para ello, tendrá que reconstruirse parte de la red de túneles, ya que no han fructificado los sondeos en busca de espacios huecos en el subsuelo del entorno.

Suscríbete para seguir leyendo