La campaña de bonito arranca en la lonja de Gijón con la subasta de 7.000 kilos

La descarga de los túnidos, la más madrugadora de los últimos años, se realizará mañana

La primera bocartada deja 6.000 cajas despachadas

La lonja del Musel.

La lonja del Musel. / Ángel González

M. C.

El bonito vuelve a Gijón y con adelanto respecto al año pasado. Por primera vez en muchos años, las subastas comenzarán en el mes de mayo, en lugar de junio, que es lo que viene siendo habitual en la rula gijonesa. La lonja de El Musel recibirá mañana miércoles el primer barco bonitero de la temporada para subastar unos 7.000 kilos de túnidos capturados en aguas del Atlántico. Un inicio de temporada en El Musel que se adelanta respecto al año pasado, cuando la primera subasta de este pescado tuvo lugar el 5 de junio, mientras que en años precedentes hubo en ocasiones que esperar incluso hasta el 22 de ese mes.

El barco que trae a El Musel esas siete toneladas de bonito es el "María Digna Dos", que zarpó de su puerto base de Bermeo (Vizcaya) el pasado 16 de mayo. Se trata del mismo pesquero que en los últimos seis años hizo la primera descarga de la temporada en el puerto gijonés, desde 2018 inclusive. El año pasado descargó en Gijón, en su primera marea, 14.600 kilos de túnidos capturados en las inmediaciones de las islas Azores, que es donde tradicionalmente comienzan a faenar los barcos boniteros del Cantábrico, siguiendo la migración de esta especie que se adentra luego en el Cantábrico y sigue en dirección a aguas irlandesas.

El precio medio de la primera subasta de bonito de la pasada temporada en la lonja gijonesa fue de 7,25 euros el kilo, alcanzando máximos de 14,91 euros el kilo de bonito grande, 8,58 euros el kilo el mediano y 5,15 euros el kilo el pequeño. Desde que el "María Digna Dos" estrena la campaña en El Musel, en la primera subasta del año se han rulado entre 2.500 y 27.151 kilos, si bien en este último caso, en 2022, fue porque llegó al mismo tiempo un segundo pesquero vasco.

La costera del bonito del año pasado fue la mejor de la historia para El Musel, con 1.588.648 kilos rulados, unas ventas que en conjunto sumaron 6,15 millones de euros y volvieron a hacer de esta campaña la que mayores ingresos reportó a Lonja Gijón, después de tres años consecutivos en las que la del bocarte había estado por delante.

El récord de descargas alcanzado el año pasado supuso el tercer año consecutivo de crecimiento en las descargas de bonito en la lonja de El Musel, tras el millón de kilos rulados en 2021 y los 1,4 millones en 2022. Se afianzaba así la recuperación de esta campaña en Gijón tras el importante bache que pasó la rula entre los años 2015 y 2020, cuando en alguno de esos años no llegó ni a subastar medio millón de kilos.

Con su primera subasta de bonito mañana, la lonja gijonesa se suma a la de Avilés, cuya primera venta tuvo lugar el lunes de la semana pasada, abriendo la temporada en Asturias, como viene siendo habitual. La del bonito es de las campañas pesqueras más importantes para la rula gijonesa, siendo habitualmente la que más ingresos proporciona a Lonja Gijón, alternándose a este respecto con la costera del bocarte.

Anchoa pescada en Lastres

Precisamente, la costera del bocarte, que hasta ahora se había mostrado rácana con Gijón, con poco más de 34.000 kilos subastados entre marzo y abril, comenzó ayer a coger mejor tono con la subasta, a última hora de la tarde, de más de 6.000 cajas de bocarte (en torno a 70.000 kilos) que se pescaron durante la jornada a la altura de Lastres. En las próximas fechas es previsible que entre más bocarte en El Musel, al haberse desplazado los cardúmenes de anchoa hacia aguas asturianas, hacia donde a última hora de la tarde se dirigía el grueso de la flota pesquera que había descargado previamente sus capturas en Santoña.

El puerto cántabro es el que hasta la fecha había concentrado el grueso de las subastas, al estar más cerca de donde los barcos estaban faenando hasta ahora. Con el desplazamiento hacia el oeste de los peces, la lonja de El Musel saldrá beneficiada.