Esta es la condena a un pakistaní que ofreció dinero a cambio de sexo a varios menores en Gijón

El acusado, que ofreció 70 euros a los chicos a cambio de una felación, reconoció los hechos

Un juez.

Un juez. / Juan Plaza

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Ofreció dinero a cambio de una felación a varios menores y ahora será expulsado de España durante los próximos seis años. Un pakistaní de 34 años aceptó dos años de cárcel esta mañana por un delito de un delito de corrupción de menores tras reconocer los hechos de los que se le acusaba en la sección octava de la Audiencia Provincial. El acusado, al que la Fiscalía le pedía cuatro años y medio de cárcel, se reconoció culpable y, al haber reparado el daño abonando toda la responsabilidad civil, logró una reducción de la condena. La Fiscalía pedía que se le sustituyera la pena de cárcel, en el caso de ser condenado como finalmente pasó, por la expulsión del país y prohibición de entrada en España durante seis años. Los magistrados accedieron a ello. Hasta que se ejecute dicha expulsión sí que tendrá que pasar por la cárcel.

Los hechos ocurrieron el pasado 26 de abril de 2023. El fiscal sostiene que el acusado, nacido en Pakistán en 1990, sobre las 18.28 horas, se encontraba en un parque público de la avenida Argentina. Fue en ese lugar desde el que se dirigió a tres menores de edad, uno nacido en 2008 y los otros dos nacidos en 2009, a los que les preguntó si "querían ganarse diez euros cada uno". Los menores, prosigue el Ministerio Público, dijeron que "sí" y entonces el condenado los emplazo a que fueran a un establecimiento de comida de la calle Gran Capitán. Los tres menores fueron a dicho establecimiento acompañados por dos amigos. Estos dos habían nacido en 2008.

El fiscal explica que, "delante de dicho local", el pakistaní les comentó que les daría dinero si subían a su casa, a lo que las víctimas se negaron y se alejaron. Sin embargo, dos de los menores volvieron hasta donde se encontraba el condenado y fue en ese momento cuando éste les ofreció los 70 euros a cada uno a cambio de que le "realizaran una felación". Los menores se negaron, se fueron y terminaron por llamar a la Policía. En las conclusiones provisionales de la Fiscalía figura que el ahora condenado no tiene ningún arraigo en España ni "ninguna circunstancia excepcional que justifique su permanencia en territorio nacional".

Así las cosas, se reconoció culpable y terminó por aceptar dos años de cárcel. Además, se dictó contra él una orden de alejamiento de 300 metros respecto a las víctimas, así como prohibición de comunicarse con ellos en el plazo de seis años. La expulsión del país deberá hacerse en el plazo más breve posible y dentro del próximo mes.