La recaudación por plusvalía en Gijón creció más del doble en 2023, hasta los 11,4 millones

La recién presentada cuenta general con la que el Ayuntamiento de Gijón cerró el ejercicio económico de 2023 fija en el capítulo de ingresos una recaudación neta de 285,5 millones. De esa cifra algo menos de 11,5 millones –en concreto 11.435.877,07 euros– es lo recaudado a través del impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. O, como se la conoce popularmente, la plusvalía. La cifra no es menor, pero gana trascendencia si se la compara con lo recaudado por el mismo concepto el año anterior. En 2022 esa recaudación neta se quedó en 4,7 millones. Eso supone que el Ayuntamiento de Gijón multiplicó por 2,5 sus ingresos por esta vía en el último año. Son unos 6,7 millones más. Y otro dato. La estimación de ingresos para este 2024 por este impuesto se eleva a los 13 millones.

Otro elemento a tener en cuenta es que la recaudación neta por plusvalía se alcanza tras restar 240.000 euros en devoluciones de ingresos sobre la recaudación total. Las devoluciones en 2022 habían alcanzado los 890.000 euros. No hay que olvidar que la plusvalía estuvo en el centro de la polémica cuando una sentencia declaraba inconstitucional cobrarla por el Ayuntamiento cuando la transmisión del bien no se traducía en un incremento del valor. Ello generó decenas de reclamaciones en los tribunales para forzar la devolución del impuesto ya pagado a la administración local.

El fuerte incremento de los ingresos por la plusvalía choca con el descenso o la estabilización en la recaudación de otros impuestos locales. El más importante de todos es el Impuesto de Bienes Inmuebles. En 2022 la recaudación fue de 65 millones por el IBI urbano, 400.000 euros por el rural y 1,5 millones por el denominado IBI de características especiales. Por esos mismos conceptos en 2023 se recaudaron 63,7 millones. 490.000 euros y 1,9 millones, respectivamente. En la recaudación de la viñeta se pasó de los 12,3 millones de 2022 a los 10,9 de 2023 y en el impuesto sobre actividades económicas de 10,2 millones a 8,9. Otro descenso de ingresos.

Aunque menos impactante también se detecta una rebaja en el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO) que dio un salto de 5,4 a 4,9 millones en los informes de recaudación de 2022 y 2023. Aquí la singularidad está en relacionar esa cifra con los 24,9 millones que se presupuesta como estimación para este 2024. Y que el gobierno local ha justificado con los ingresos que les reportarán obras singulares previstas, como las de Arcelor o el hospital Quirón.

Dejando a un lado los impuestos para centrarse en las tasas, precios públicos y otros ingresos destacan la rebaja de 9,8 a 6,5 millones por lo cobrado a las empresas explotadoras de servicios de suministro frente a la subida de 529.000 a 920.000 euros en lo recaudado por la tasa de ocupación de la vía pública por terrazas de hostelería. El cálculo para este año es ingresar 1,3 millones.

Otra de las vías de ingreso importantes son las multas y dentro de esas las de tráfico. El año pasado la recaudación neta alcanzó los 2,4 millones. Unos cien mil euros menos que en el ejercicio anterior. Las sanciones por infracciones a la ordenanza de circulación están muy por encima de lo ingresado por sanciones de consumo, que no llegaron a los 20.000 euros, o por infracciones urbanísticas, que se quedaron en 25.000.

Una singularidad de estos ejercicios con los dineros que llegan al Ayuntamiento del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con financiación europea. El año pasado las transferencias de otras administraciones marcadas como PRTR alcanzaron los 24,3 millones. El año anterior solo habían sido 5,5 millones.

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