Acciones en Granda y obras en colectores: estos son los trabajos que complementan la renaturalización del río Piles

No faltan muchos días para que empiecen los trabajos del proyecto de renaturalización del curso bajo de los ríos Piles y Peñafrancia, que el Ayuntamiento acomete con base en los fondos europeos conseguidos a través de la Fundación Biodiversidad. Una de las grandes actuaciones medioambientales en la cartera municipal con un coste global que ronda los 3,2 millones sumadas todas las partidas y todas las acciones que conlleva. Pero este proyecto de renaturalización no es la única acción municipal que tiene el Piles como su foco de interés. Mejorar las condiciones del gran río gijonés está en el objetivo de, por un lado, varias obras en marcha o en cartera de la Empresa Municipal de Aguas y, por otro, de acciones comprometidas desde la concejalía de Medio Ambiente y Sostenibilidad, que lidera el edil popular Rodrigo Pintueles.

La última de las obras impulsadas desde la concejalía, y cuya ejecución asume la Confederación Hidrográfica del Cantábrico en el marco del convenio de colaboración firmado con el Ayuntamiento para el cuidado de los ríos gijoneses, se centra en actuar en el Piles a su paso por el humedal que lleva el nombre del ornitólogo asturiano Alfredo Noval. Un espacio muy singular por su valor como punto de observación de aves en Baones, en la parroquia de Granda. En su momento se había optado por instalar una compuerta de accionamiento manual para controlar la entrada de agua al humedal, pero el operativo no dio resultado. El plan a ejecutar ahora supone adecuar un canal que permita la entrada de un caudal ecológico continuo a la zona del humedal y que en épocas de máximas avenidas esa masa de agua se disipe sobre todo el ámbito inundable del humedal sin concentrarse en ninguna zona.

La obra de renaturalización del Piles se inicia en el cauce alto y con el desmontaje del anillo navegable

En la margen derecha del río, aguas arriba del puente que une ambas márgenes en ese punto, el trabajo de partida pasa por eliminar los áridos acumulados para luego ejecutar una empalizada vertical de troncos de madera de castaño en el pie del talud combinada con mantas de coco biodegradables. Tras la empalizada se colocarán dos líneas de estacas vivas de sauces y se plantarán varias hileras de árboles de ribera, sobre todo sauces, fresnos y arces. Aguas abajo se procederá a desmontar la zona de compuertas para construir un canal con piedra de escollera, tanto en su base como en sus laterales, que permita el acceso del agua hacia el humedal de forma más directa y continua. Ya en tierra el canal, con 1,20 metros de ancho, se prolongará unos 120 metros sobre el terreno del humedal y se completará con plantación de arbolado de ribera en ambos márgenes.

El proyecto tiene un coste de 56.000 euros que se suman a los casi 880.000 que se lleven invertidos a través de ese convenio desde que se firmara en agosto de 2022. El convenio compromete para sus cuatro años de vigencia un presupuesto de 1.520.000 euros. De ese dinero, 1,2 millones los pone el Ayuntamiento.

El pasado mes de abril, la Confederación ya actuó en la conservación del río Piles a su paso por Granda. Entonces, las labores principales pasaron por la retirada de restos vegetales acumulados en el cauce y de árboles con peligro de caída para mantener la capacidad de desagüe del cauce y evitar posibles inundaciones y daños a infraestructuras. Las actuaciones se ejecutaron a lo largo de 2.300 metros y contaban con un presupuesto inicial de 19.000 euros.

Al margen de estas actuaciones están las que se desarrollan desde la Empresa Municipal de Aguas en sus redes de abastecimiento y saneamiento. Entre las últimas, las obras para la rehabilitación del cruce existente bajo el río Piles que forma parte del denominado colector de La Camocha, a la altura del recinto ferial Luis Adaro, que se contrató a Alsertrans por 185.000 euros. O la renovación de del colector de saneamiento de la avenida José García Bernardo, que asumió la firma New Construction por 188.000 euros en un contrato formalizado en marzo. Una pieza más en las actuaciones que la entidad municipal desarrolla en el entorno del Piles y la playa de San Lorenzo de cara a garantizar la calidad de las aguas. Hay que recordar que las filtraciones al agua del río de los propios colectores de la red municipal en mal estado por su antigüedad fueron uno de los elementos que se detectaron en los primeros estudios sobre los problemas de contaminación del río.

Pero el gran proyecto que tiene la EMA en ese contexto es la renovación del colector del Peñafrancia, cuyas obras de inicio se han anunciado para después del verano. Un arranque que llega tras un año de retraso tras detectarse fallos en el diseño técnico de la parte que había asumido el Principado. La decisión final fue que la EMA, responsable de la segunda fase, reformulará el diseño del proyecto fallido y lo impulsará. El coste de esas primeras obras puede rondar el millón y medio de euros pese a que en la adjudicación inicial no habían llegado ni al millón. La otra fase había sido adjudicada en unos dos millones.

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