La iglesia de San Juan de Fano está en peligro: estos son los problemas del templo gijonés

El párroco, Fernando Velado, comunicará a los feligreses este sábado el "probable" cese de los cultos en la iglesia

La iglesia de San Juan de Fano, en una imagen de archivo. | Pablo Solares

La iglesia de San Juan de Fano, en una imagen de archivo. | Pablo Solares

Crítica. Así es la situación que atraviesa la iglesia de San Juan de Fano, de origen románico y que se remonta al siglo XIII. El estado de la estructura ha derivado en que la posibilidad, más que plausible, de que cesen los cultos en su interior. Hace meses, como desveló LA NUEVA ESPAÑA, los feligreses habían dado la voz de alarma. Ahora, el párroco, Fernando Velado, tiene programada una misa este sábado en la que comunicará a los feligreses la gravedad del asunto. "Lo más probable es que cierre", reconocía ayer Velado, que llegó a Fano hace unos meses tras el fallecimiento de José Manuel Alonso a los 92 años. También asumió las parroquias de Vega, San Martín de Huerces y Baldornón. Además, se encarga desde hace más de 14 años de la de Nuestra Señora de Covadonga, en la zona de Roces.

"Hay miedo de que te pueda caer una carga de la bovedilla", asegura Fernando Velado, que subraya que la parroquia no posee los fondos necesarios para acometer una reparación en la iglesia que los vecinos llevan solicitando un tiempo. "Pedimos que la reformen entera porque se va a caer cualquier día", aseveraba en febrero Jorge Manuel Rodríguez, presidente de la asociación vecinal "El Peñón". Una preocupación compartida por Velado, que apunta que, en caso de salir adelante un proyecto de remodelación, "los pasos serían lentos". Un plan que requiere de acuerdo entre el Arzobispado de Oviedo y el Principado. Será el Arzobispado quien tenga la última palabra para determinar qué ocurre con el templo de Fano, si continúan los cultos o, por el contrario, es imperativo parar la actividad.

La iglesia fue destruida en 1936 durante la Guerra Civil. Fernando Velado se percató de las deficiencias cuando tomó posesión como nuevo párroco de Fano y, de hecho, solicitó un informe al aparejador de la diócesis. Por el templo ha pasado un arqueólogo, un restaurador y hasta un geólogo para estudiar en detalle la coyuntura de la iglesia. Velado, dadas las circunstancias, "no se atreve" a albergar allí ritos multitudinarios. "El problema es que pueda ocurrir algo", afirma el párroco.

El interior del templo, con grietas en las paredes.

El interior del templo, con grietas en las paredes. / Sergio García

Resalta Fernando Velado que las deficiencias son visibles, palpables. "Hay unas rajas tremendas en las paredes", señala Velado, que incide en que la reforma del espacio "no es un capricho". Agrega que, si cede las bovedillas por una gotera, "puede herir a una persona". De ahí que la opción que gana más peso actualmente es la de cerrar el templo hasta nueva orden. "Es una decisión que no me gusta", confiesa Fernando Velado, que, no obstante, prioriza la seguridad. También remarca que la piedra está ennegrecida por la humedad y que, además, el clima de Asturias "no ayuda" a mitigar la problemática. Insiste el párroco en que la solución pasa por la coordinación entre las administraciones competentes. "Yo no puedo hacer nada", dice.

El sentir de Fernando Velado, a estas alturas, roza la resignación. "Quizás hay que ir pensando que la iglesia no está en condiciones y que supone un peligro para la gente", proclama el párroco. El Arcipreste de Gijón, Iván González, declara que los desperfectos estructurales del templo son "una cuestión técnica". "Cuando Fernando Velado tomó posesión, observamos que la iglesia estaba deteriorada", cuenta González, que vivió un episodio similar al que podría experimentar la parroquia de San Juan de Fano. El desgaste del tejado en la iglesia de San Andrés de Linares, en Salas, obligó a suspender allí las eucaristías, que pasaron a celebrarse en las antiguas escuelas.

Para Iván González, la dilatada trayectoria que tiene la iglesia de San Juan de Fano puede jugar malas pasadas, como sucede en la situación actual. "Tener tanta historia condiciona el estado del templo", valora. Las filtraciones de agua han provocado gritas nada desdeñables en paredes y también en la zona superior del presbiterio y en el coro. La tesitura no invita al optimismo en San Juan de Fano, cuya iglesia necesitaría poco menos de un milagro para salir indemne del paso del tiempo. Este sábado, los feligreses conocerán, de boca de Fernando Velado, el nada halagüeño panorama del histórico templo.

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