Ayudando a construir Gijón

Colaboración y cooperación con el objetivo común de contribuir a la modernización y el crecimiento de una ciudad abierta y cosmopolita

Acceso principal al recinto ferial Luis Adaro. | Pablo Solares

Acceso principal al recinto ferial Luis Adaro. | Pablo Solares / Félix Baragaño Suárez

Félix Baragaño Suárez

Félix Baragaño Suárez

Parece que fue ayer cuando el 1 de febrero de 1994 los gijoneses nos encontramos en los quioscos una edición de LA NUEVA ESPAÑA específica de la ciudad. Llegaba a Gijón un nuevo análisis, una nueva forma de informar, desde la pluralidad y con la ilusión de hacerse un hueco entre los gijoneses.

Por aquel entonces, Vicente Álvarez Areces era alcalde de Gijón, y José Luis Rodríguez-Vigil, presidente del Gobierno del Principado de Asturias. Eran tiempos complejos para la región y para la ciudad. El sector naval conformado por dos importantes astilleros, Juliana Constructora y Naval Gijón, afrontaba un proceso de reconversión. Precisamente, las duras movilizaciones protagonizadas por los trabajadores de NAGISA era una de las noticias de portada de este primer número de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón aquel mes de febrero.

La propia ciudad estaba asumiendo grandes cambios en su estructura, principalmente la fachada marítima Oeste, que exigía una modernización urgente. Una operación capitaneada desde Alcaldía con el apoyo de fondos europeos y que contemplaba la creación de dos nuevas playas para la ciudad como fórmula de recuperación urbanística y social, al que se unía la antigua pescadería municipal, que comenzaba a ser remodelada para convertirse en un edificio administrativo complementario al Ayuntamiento de Gijón.

El Real Sporting de Gijón ocupaba buena parte de la información local. El equipo era un desvelo para muchos aficionados que veían peligrar la posición en la Primera División. Un desconocido accionista, mayoritario, llegaba a la presidencia. Pepín Fernández traía nuevos fichajes y buscaba crear un equipo fuerte y con capacidad para competir en la Primera División.

Fernando Canellada sería el hombre elegido por Editorial Prensa Ibérica para capitanear la edición de LA NUEVA ESPAÑA en Gijón. Una redacción que contaba con el apoyo de un extraordinario elenco de redactores. Periodistas curtidos, conocedores de la ciudad y comprometidos con la verdad. Juan Ramón Pérez Las Clotas o Dioni Viña eran nombres propios. Plumas generadoras de opinión sobre el devenir de la villa de Jovellanos y sobre el Sporting de Gijón.

Ángeles Rivero, Eloy Méndez, Ana Rubiera, Rocío Valle, Manolo Castro, José María Ceinos, Ignacio Peláez, por citar algunos, son hoy por hoy nombres propios de LA NUEVA ESPAÑA. Algunos comenzaron su andadura profesional en la edición de Gijón y aún continúan siendo fieles relatores de la realidad diaria de nuestra ciudad y de Asturias, incluso asumiendo cargos de responsabilidad en el grupo.

Desde estas líneas quiero trasladar a todos los profesionales que conforman la edición de Gijón mi más sincera felicitación, que, por supuesto, hago extensiva a todos los que, durante estas tres décadas, han contribuido en la creación de un referente informativo para la ciudad.

En aquel año de 1994 Claudio Fernández Junquera presidía la Cámara de Comercio de Gijón, institución especialmente comprometida e implicada con la ciudad y con todo lo que atañe, hasta convertirse en uno de sus grandes activos, referencia indispensable de la misma, de sus empresas, ciudadanos e instituciones. La Feria Internacional de Muestras de Asturias es buen ejemplo de ello.

Esta Cámara de Comercio siempre ha tenido una relación excepcional con LA NUEVA ESPAÑA, basada en la colaboración y cooperación con el objetivo común de contribuir, cada uno desde su actividad, a la modernización y el crecimiento de Gijón, ciudad abierta y cosmopolita, y estratégica en el Principado de Asturias. Una relación sólida que perdura en nuestros días, y con mi más sincero deseo de que sea por muchos años más.

Han pasado 30 años. Como presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, os animo a que mantengáis viva vuestra ilusión por informar, por analizar desde la pluralidad lo que ocurre en Gijón y en Asturias, ofreciendo a los lectores noticias y opiniones que, a través de la crítica constructiva, ayuden, cada día, a hacer de Gijón una ciudad de futuro.