En el centro de salud de Perchera en Gijón tenemos el dudoso honor de experimentar el cambio de modelo en la Atención Primaria en Asturias. Un cambio de modelo silencioso que se va produciendo mientras se lanzan anuncios de apoyo, estrategias y se dan distinciones y medallas a la Atención Primaria aunque ya no sea el modelo que realmente se desarrolla.
Los usuarios del centro de salud de Perchera accedemos a nuestro derecho a la salud y la atención sanitaria en condiciones muy precarias, en un edificio con serios problemas estructurales y de salubridad. Hace más de ocho años que la Consejería reconoce que es un centro que no reúne las mínimas condiciones para un servicio de calidad, con consultas minúsculas y carencia de servicios que se dan de manera habitual en otros centros. Sin el personal suficiente para atender nuestras demandas, con varios días de espera en las citas y tiempos de tres minutos de atención entre cita y cita y la sobrecarga de trabajo y tensión que esto provoca en los profesionales al no cubrir las bajas y vacantes que se producen.
Solo estos ejemplos que hemos descrito van en contra de los rasgos esenciales que hasta ahora habían marcado el modelo. Una atención de primer contacto y rápida, la continuidad en la atención a lo largo del tiempo por el mismo profesional, la integralidad de la atención y la coordinación con otros recursos del sistema de salud.
La Consejería de Salud decidió hace unos años, sin preguntar a los ciudadanos y sin el debate social necesario, que la piedra angular de su sistema de salud iba a ser la atención hospitalaria y sus referentes los grandes hospitales. Así se suceden las grandes inversiones, primero el HUCA, ahora la remodelación de Cabueñes, mientras se apuesta por reducir los Centros de atención primaria en Gijón a no más de cinco, comenzando por suprimir la atención continuada en nuestros centros.
Se adorna este cambio de modelo entre mensajes de mejora de la gestión, promesas de convertir esos centros de salud en pequeños hospitales, atención a los problemas de una sociedad envejecida y anuncios vacios de apoyo a la atención primaria.
Los retos de salud que afronta una sociedad o un barrio como el nuestro, el futuro de nuestro centro de salud y de nuestro derecho a la salud y asistencia sanitaria, pasan por la defensa de la Atención Primaria. Una atención primaria que promocione la salud, prevenga enfermedades, que las trate cuando aparezcan de manera integral y que sea el centro de de la atención sanitaria desplazando al modelo hospitalario que nos están imponiendo.
A nosotros se nos ha acabado la paciencia y vamos a defender la atención primaria y nuestro centro de salud porque no queremos ser pacientes pasivos sino agentes activos de salud.
