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Taza y media

Eloy Méndez

Titulitis

En Asturias, el neologismo “titulitis” es lamentablemente polisémico. Significa, como en cualquier otra parte, la obsesión por tener o acumular diplomas que acrediten una formación, sea o no necesaria para el desarrollo de una determinada actividad profesional y a menudo con el único propósito de adquirir una presunta relevancia social (un mal bastante extendido en la clase política). Pero el término también se puede emplear en esta región proclive al cainismo para referirse a un proceso efervescente acrecentado con el “plan Bolonia” y que consiste en que los centros o las ciudades con campus soliciten de forma compulsiva a la Universidad la impartición de especialidades, sin tener en cuenta muchas veces la demanda ni las posibilidades de oferta y entrando en innecesaria competencia con otros (uno de los grandes pecados de Santiago García Granda fue consentir o estimular estas disputas durante su mandato en la institución académica). De ahí que el acuerdo entre la Alcaldesa y el nuevo Rector para negociar la implantación de uno o varios másteres de Bellas Artes en vez de un grado sea un acierto: es ambicioso, no pretencioso.

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