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Paco G. Redondo

Entre el fracaso guerracivilista y la nueva normalidad

Ha acertado Ayuso (PP) convocando las elecciones autonómicas anticipadas en Madrid, pues así ha matado dos pájaros de un tiro. Por una parte, ha conjurado la moción de censura del PSOE+Cs para desbancarla del Gobierno regional como en Murcia; y por otra, recibe un respaldo a su gestión, optando por conciliar salud y empleo. Todo lo contrario, para Ciudadanos, percibido como la veleta naranja, que decidió suicidarse al convertirse en muleta del Gobierno sanchista chavista. Una Ayuso que ha captado votos del centro derecha, del centro, e incluso moderados y desencantados del PSOE con la absurda obsesión guerracivilista de las izquierdas, sumando más que las tres juntas. Por su parte la derecha españolista de Vox se mantiene e incluso mejorar frente al vendaval de libertad de Ayuso, y sigue candente la deriva separatista. Mientras el líder chavista español Pablo Iglesias deja tirados a sus electores madrileños y, superado por Vox, deja la política –al menos de momento–. Ridícula en 2021 la monserga del fascismo.

Tras el fracaso rotundo de Ciudadanos, ya casi abocado a desaparecer tras su esperpento nacional, otra debacle significativa ha sido en efecto la del PSOE de Sánchez y Gabilondo. Su política de hacer oposición a Madrid, oponiéndose a controlar en Barajas los vuelos que venían de Italia o de Gran Bretaña, oponiéndose al reparto gratuito por la Comunidad de mascarillas FFP2 con la excusa que si protegen más “son insolidarias”, llenándose la boca de defensa de la sanidad pública y criticando durante la epidemia el hospital provisional en IFEMA, y después el hospital público enfermera Zendal, les han llevado a estrellarse, y tendrán que replantearse qué izquierda moderna y reformista quieren ser, más allá de las subidas de impuestos, subsidios y deudas, y la egolatría de Su Sanchidad y las palizas televisivas de Aló Presidente en la era de las redes sociales.

En cuanto a la conclusión del estado de alarma este 9 de mayo tiempo han tenido hacer una ley de seguridad pública, pero han estado muy ocupados con descalificar a otros partidos. Confiemos con el avance de la vacunación se contenga el virus, y no continuemos en la montaña rusa de aumento de contagios y hospitalizaciones, y aumento rígido de las restricciones y ruina de negocios y empleos. Hay que mantener la alerta frente a posibles rebrotes o nuevas cepas peligrosas, y para ello mantener geles en manos, distancias de seguridad y mascarillas en lugares cerrados. Y a ver qué verano.

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