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Paco G. Redondo

Tranvías

Gijón es más propicio para tranvías que para metros subterráneos

Dicen que el gobierno asturiano plantea “tranvías rodados” para conectar Oviedo con las principales ciudades asturianas, en un tiempo lo suficientemente atractivo como para dejar de utilizar el coche particular: ¿quieren decir autobuses? Ese es el objetivo que persigue el gobierno regional a través de un plan de 7,5 millones de euros que, según el consejero de Infraestructuras, será debatido y acordado en el seno del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA). Curioso, antes de que sea debatido anuncia y da por hecho será acordado en los términos que él plantea. Esto son lentejas. Por otra parte, si todas las acciones en la cacareada “área metropolitana central” suman tal cuantía, parece una cantidad relativamente pequeña para hacer algo significativo a medio plazo. Así pasan los años y las legislaturas con mucha propaganda y pocas nueces y resultados.

El gran avance serán mejores trenes de Cercanías entre Gijón, Oviedo, Avilés, Mieres y Langreo en cuanto a frecuencias y velocidad. En sus tiempos Álvarez-Areces planteó un “Tren-Tran” que costaría 30.000 millones de pesetas, para ir entre ellas a 30 kilómetros por hora y parando cada 500 metros, con lo cual, entre acelerar y decelerar, ir de una a otra llevaría 45 minutos, poco práctico; quedó tal ingente dispendio propuesto en papel mojado. Contaminar menos debe ser bienvenido, pero sin obsesionarse con acosar lo privado –de los demás, que también pagan impuestos–. Asturias va a contar con más población de 60–70–80–90 años, cuesta suponer en un clima lluvioso puedan ir a casi todos los sitios casi siempre en tren o en bicicleta.

Muchas ciudades están poniendo en marcha verdaderos tranvías modernos, o sea poco contaminantes y bastante cómodos, para conectar áreas las centrales de ciudades medias con sus periferias principales. Otra ventaja es que son más baratos al ir en superficie en vez de subterráneos como los “metros”. Gijón presenta dos ámbitos adecuados al efecto, interesantes para analizar: la avenida Schultz para conectar la plaza de Europa (Norte) con Montevil (Sur), y el entorno de la Universidad Laboral (Este), que además de servicio de transporte aportaría un gran atractivo turístico. Sin embargo, aquí el gobierno municipal, con su sidecar comunista como dice el otro, anda enfrascado en boicotear a los coches y los conductores, más que en mejorar la movilidad ciudadana general.

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