En el año 1900 nació en Gijón Román Soto Amado. Fue portero del Sporting. No jugó Soto muchos partidos con el equipo –porque fue muchas veces reserva– pero pasó a la historia del Sporting. Eso por detener siete penaltis en un solo partido.

Fue el 10 de julio de 1921 en el campo El Sardinero, y el partido terminó con el resultado de Racing de Santander, 1-Sporting de Gijón, 1. El gol de los rojiblancos fue de Meana y el del Racing fue precisamente de penalti. Ese no lo paró Román Soto. El partido era amistoso y como homenaje al aviador Joaquín Cayón Gutiérrez, nacido en Torrelavega, que estuvo presente en el partido haciendo varias demostraciones aéreas antes del encuentro. Estamos en Santander, en el verano de 1921, y en la tribuna estaban, según nos informa "El Noroeste": la reina Victoria, el príncipe de Asturias y las infantas Beatriz y Cristina. Esos miembros de la casa real fueron testigos no solamente de las piruetas del aviador Cayón sino también de la hazaña del portero gijonés.

Durante el primer tiempo Román Soto detuvo cuatro penaltis. El colegiado era un árbitro de Santander llamado Fermín Sánchez. De Santander, no imparcial, por tanto. Al comenzar el segundo tiempo otro penalti contra el Sporting. Lo detiene Soto. Llega ahora el sexto penalti, lo para otra vez, pero hay que repetirlo. Se repite y Soto lo vuelve a parar. Y por tercera vez ordena el árbitro el lanzamiento, pero en esta ocasión el delantero santanderino lo tira fuera. Total: cuatro penaltis detenidos en el primer tiempo y tres en el segundo. El resultado final empate a un gol.

Ese mismo año de 1921 Soto se incorporó como soldado a la guerra contra Marruecos y tras volver a Gijón no retomó su vida deportiva. Se dedicó a gestionar su negocio familiar que era el Garaje Moderno que estaba donde años más tarde, en el año 1941, se levantó la Estación Alsa. Román Soto Amado –el portero del Sporting que el 10 de julio de 1921 paró siete penaltis en un partido– murió en Gijón en marzo de 1982.