Opinión

Oficio y beneficio

Las dudas sobre si escoger unos estudios u otros debe basarse en el criterio de tener "mucha salida"

Estas semanas, y las que están por venir, serán un periodo en el que mucha gente joven que quiere seguir estudiando al terminar su formación obligatoria, decidirá qué quiere hacer "de mayor": tal vez un grado de formación profesional o tal vez un grado universitario, el caso es que las grandes preguntas que se hacen, en muchas (por no decir todas) ocasiones es qué salida tiene eso y cuánto se cobra.

No seré yo la que, cayendo en un optimismo ilusorio o incluso iluso, vaya a decir que la situación es estupenda y que la tasa de paro en jóvenes descenderá de forma imparable en los próximos años. Sé que no es así, pero siendo conscientes de que la situación es esa, es decir, compleja, incierta y muy cambiante, a mí me entra la duda de si escoger unos estudios u otros debe basarse en el criterio de tener "mucha salida".

¿De veras sabemos a ciencia cierta qué la tendrá o qué no? Hace cuatro años vivimos una pandemia que, de pronto, paralizó el mundo, lo puso patas arriba y surgieron necesidades que nunca creímos que lo fueran. Ahí hubo que reinventarse de muchas formas y fueron imprescindibles profesiones que antes lo eran en menor medida e incluso se crearon unas nuevas, algo que, sin duda, seguirá pasando.

Yo estudié lo que me apasionaba y eso, además de hacerme muy feliz, me ha permitido dedicarme a una de las cosas que más me gustan del mundo: enseñar. Es cierto que yo partía de una vocación docente clara y que, de mano, hay muchos chicos y chicas que no saben cuál es su vocación o sienten que no la tienen, por eso creo que el punto de partida debe ser lo que nos gusta de veras, lo que nos entusiasma, lo que le da sentido a seguir formándonos porque eso hará que el esfuerzo sea mayor, que caer en el desánimo nos cueste más y que encontrar nuestra vocación sea más fácil.

Aún me sorprende que le pongamos precio a todo, que la elección de unos estudios se mida con un baremo económico del que no hay ninguna certeza y que solo se basa en ideas futuribles. Tal vez no estaría de más pensar que, si de pronto todo el mundo decide hacer un tipo de estudio, habrá excedente de unos y carencia de otros y nos convertiremos en una sociedad donde lo único válido es aquello que da y produce dinero y todo lo demás no tiene cabida. Buen momento este para retomar la lectura de "La utilidad de lo inútil".

Y es que, cuando pienso en cosas como el oficio y el beneficio, me apetece escribir una carta muy cortita que diga: "Querido Nuccio: te echamos de menos".

Suscríbete para seguir leyendo