Opinión

Gijón, con las Fuerzas Armadas

Una de las instituciones mejor valoradas y y estimadas por los españoles de bien son las Fuerzas Armadas, a la que la Constitución encomienda funciones tan importantes como la integridad territorial, la defensa y unidad de España de los enemigos de dentro y de fuera, así como el orden democrático, cuestionados por los ataques de partidos antiespañoles. No faltan los pacifistas de salón y antimilitaristas que arremeten contra las Fuerzas Armadas por cualquier motivo cuando apoyan ejércitos de otras naciones sin libertad ni democracia. La prueba evidente de este respeto hacia las Fuerzas Armadas son las miles de personas que todos años juran la bandera civilmente. Las Fuerzas Armadas han experimentado cambios profundos desde que se suprimió el Servicio Militar obligatorio con el gobierno de Aznar, aunque en la actualidad algunas naciones como Francia, Alemania o Suecia están contemplando la necesidad de implementar algún tipo de servicio militar obligatorio.

Las Fuerzas Armadas se han profesionalizado con la Ley de Tropa. Actualmente el personal de servicio de las Fuerzas Armadas asciende a 79.000 soldados y marineros profesionales. Uno de los cambios más significativo es la formación de los oficiales y suboficiales. Hasta este curso, en los Centros Universitarios de Defensa, como la Academia General Militar de Zaragoza, los jóvenes cadetes debían conseguir el título civil por la Universidad de Zaragoza de Ingeniería de Organización Industrial, título que se ha modificado por otro menos complejo y más asequible por los futuros oficiales. Es el que está cursando la Princesa Leonor. Otra gran transformación de las Fuerzas Armadas está relacionada con la incorporación de la mujer con total igualdad de deberes y obligaciones. También se apuesta por la renovación digital con la incorporación de tecnologías como el big data o la IA. Las Fuerzas Armadas se han modernizado en aviones, carros de combate o en el buque anfibio "Juan Carlos I". En estos duros momentos marcados por el terrorismo yihadista y por el independentismo, las fuerzas armadas merecen nuestro cariño, porque son una garantía y un motivo de confianza. Quedan algunas cuestiones pendientes como la conciliación de la vida familiar y militar y las remuneraciones económicas. Algunos soldados cobran menos que el mínimo vital. Los que tenemos algún familiar en las Fuerzas Armadas conocemos muy bien su espíritu de servicio y amor a España.

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