Opinión

La ciudad que viene

Verónica Rodríguez es miembro de la plataforma "Un pulmón para el solarón"

Recientemente hemos podido ver la nueva propuesta que el gobierno municipal ha realizado para El Solarón. En la pasada campaña electoral Foro presentó a la ciudadanía una infografía con un hermoso dibujo de un gran parque que unía los actuales terrenos de El Solarón con el Parque de Moreda. Para quienes no lo recuerden, se trataba de una gran zona verde con su estanque, sus columpios, un quiosco de la música, un edifico público de usos múltiples y un par de edificios de viviendas a los que nunca les vimos sentido.

Ahora ya, siendo gobierno, dejamos olvidado en un cajón ese precioso dibujo y ponemos encima de la mesa cinco edificios, dos de los cuales se cree que rondarán las 13 plantas. Ya no hablamos de un gran parque, sino de un corredor verde, que vaya usted a saber lo que significa esto con el diseño definitivo. Como Plataforma estamos orgullosas de que la ciudadanía haya conseguido superar el debate de parque sí o parque no, para estar hablando del tamaño que debe tener este, algo que, sin duda, no se habría conseguido sin el gran apoyo que la mayoría de los gijoneses y gijonesas han dado a la demanda de hacer un gran parque en el centro de la ciudad.

Sin embargo, la cuestión es de mayor calado que el número de metros a destinar a zona verde, y tiene que ver con lo que supone el mantenimiento de un proyecto constructivo de este nivel en esa zona de la ciudad. Porque lo que está en juego no solo es qué tipo de parque se va a construir, sino que hablamos de mantener y proyectar un modelo de ciudad donde lo que se prioriza no son las necesidades de sus vecinos y vecinas, sino de la economía dirigida al turismo y el ocio.

La ciudadanía de Xixón necesita espacios verdes en los que poder respirar frente a una contaminación del aire insostenible para la salud, necesita lugares públicos en los que relacionarse y vivir la ciudad y no pisos de lujo en segunda línea de playa que fomenten las segundas residencias o lo que es peor, los alquileres vacacionales. El año pasado el 40% de las viviendas vendidas en la ciudad fueron adquiridas por compradores de fuera de Asturias y según datos del Consejo General del Notariado la compraventa de vivienda en el conjunto de la región por parte de ciudadanos extranjeros lleva seis semestres sin parar de crecer. Xixón se está convirtiendo en un destino turístico al alza que probablemente se ve incrementado con la llegada de la alta velocidad, pero cabe preguntarse, ¿a quien beneficia este modelo de ciudad?

Un modelo que se va a potenciar con las propuestas dibujadas estas semanas y sabemos, por otras ciudades que ya han pasado por esto, lo que va a suponer: un encarecimiento de la vida, de la vivienda, una ocupación de los espacios con la economía del ocio y en definitiva, una ciudad destinada al turismo y no para sus ciudadanos y ciudadanas. Debemos aprender de otras ciudades que ya han pasado por esto, el turismo ha de ser sostenible y respetuoso con las áreas y las personas dónde opera.

Después vendrán los lloros, que no hay quien viva en esta ciudad, que las viviendas están carísimas, que hay que poner coto al alquiler vacacional para evitar la gentrificación, que hay peleas los fines de semana en las zonas de ocio, despedidas de soltero/a y grandes borracheras, que no hay niños y niñas porque las familias se van o simplemente no vienen a vivir aquí, etc. Pero así será el Xixón del futuro si no hacemos nada para remediarlo. La realidad es tozuda y, o cambiamos el modelo de ciudad por un espacio sostenible y vivible para sus gentes o no habrá ciudad en la que poder vivir.

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