Emocionado adiós en Grado a Laurentino Álvarez, "Tino Tarralva", persona y empresario "excepcional"

Multitudinario y emocionado adiós en Grado a Laurentino Álvarez Fernández, «Tino Tarralva», fallecido el domingo en Grado a los 85 años de edad. Por el tanatorio de la villa pasaron este lunes desde primera hora cientos de vecinos que quisieron testimoniar su cariño a la familia. La iglesia parroquial estaba asimismo llena a la hora del funeral, a las seis de esta tarde. Hombre muy apreciado y respetado en la villa, regentó durante más de medio siglo la Joyería Tarralva junto a su hermano Manuel, fallecido en 2021. Ambos construyeron un negocio que se convirtió en un referente dentro y fuera del concejo y que a día de hoy sigue siendo un emblema del comercio tradicional moscón. En señalar que fue una persona y un empresario «excepcional» coincidieron vecinos y colectivos del concejo a la hora de expresar sus condolencias y recordar su figura.

Tino Álvarez, casado con Mari Carmen Pravia, tuvo tres hijos, Maica, profesora de música, Eva, al frente de la joyería actualmente, y Lauren, ya fallecido. Tenía tres nietos: Alicia, Lauren y Mauro. Fue presidente del Club Deportivo Mosconia, coordinador de la Hermandad de Donantes de Sangre en Grado y presidente del Casino de la capital moscona. Además de los relojes, con formación en Barcelona y Suiza, otra de sus grandes pasiones eran caminar por el concejo y hacer viajes con sus amigos. 

Su muerte deja en la villa un hondo pesar por la pérdida de una «buena persona», un trabajador incansable en el establecimiento que marcó una época en Grado y una forma de hacer en el comercio local por la calidad de la atención y el servicio al cliente. Los mensajes de pésame no dejaron de sucederse desde que se conoció la noticia de su fallecimiento, a última hora del domingo.

La responsable del colectivo de comerciantes Agora Grao, Sagra Fernández, destacó la tristeza que invade a Grado por la pérdida de «Tino Tarralva», «un empresario que fue siempre adelantado a su tiempo, que miraba por el comercio local, por todos los negocios». «Era el número uno. Nunca hizo diferencias de unos a otros, siempre mirando por el bien de todos y para que Grado fuera para arriba. Importantísima su labor, involucrado en todo lo que pudiera ayudar, entidades, colectivos...», destacó Fernández. «Persona de saber estar impecable, excepcional. El recuerdo de Tino es verlo detrás de aquellos cuatro cristales con el aparatín en el ojo para mirar los relojes, atendiendo a la gente, amable, cariñoso, amigo de sus amigos. Tino siempre estaba ahí con aquella alegría... Servicial para cualquier compañero. Dejó muy alto el pabellón del comercio en Grado, igual que su hermano Manolo. Era de los de verdad, de los que podían ayudar y daba, de los que querían que Grado subiera para arriba», incidió.

El cariño y el respeto que cosechó el fallecido en Grado a lo largo de toda su vida también se deja notar en las palabras de Carolina Fernández, responsable de la Asociación de Hostelería y Comercio Manuel Pedregal, con una confitería frente a la Joyería Tarralva.«Qué decir de Tino Tarralva que no se haya dicho ya. Tengo el recuerdo de él desde que era pequeña, pues mi madre trabajaba en su casa ayudando a Mari Carmen. Yo la acompañaba a veces porque todavía era muy pequeña para ir al cole. Es de esas personas que siempre recuerdas con cariño. Luego, al abrir la confitería en Manuel Pedregal coincidimos unos años como comerciantes en nuestra calle y ahí descubrí lo buen vecino que era, siempre amable, dispuesto a ayudar en cualquier cosa», explica. «Era un empresario con una visión de trabajo en comunidad para el beneficio del resto de comercios del pueblo, muy querido por todos los vecinos. Se va una gran persona y un gran comerciante», añadió.

También el Club Deportivo Mosconia mostró su pesar por la pérdida. «Tino colaboró y ayudó al Mosconia de manera ininterrumpida durante su vida», destacó la entidad, que lamentó el fallecimiento de quien fue jugador y presidente del club. Y la Hermandad de Santiago y Santa Ana que, entre otros colectivos, expresó asimismo sus condolencias por el fallecimiento.

Los «hermanos Tarralva», destacados joyeros y relojeros, fueron personas hechas a sí mismas, que comenzaron a trabajar muy jóvenes. Fue Pepe Tarrazo quien les enseñó la profesión y Manolo se hizo joyero y Tino relojero. De juntar las dos primeras sílabas de los apellidos del maestro y de los hermanos que fueron sus aprendices, Tarrazo y Álvarez, salió el nombre de Tarralva para la joyería, hoy en la calle Manuel Pedregal pero que inicialmente abrieron en 1959 en la calle Cimadevilla junto a quien les había dado el oficio.

Nunca dejaron de formarse después de haber aprendido con Pepe Tarrazo y acudían para ello a Barcelona, Madrid o Suiza con los mejores expertos. Se convirtieron en los primeros gemólogos del norte de España. Ellos mismos rememoraban en este periódico cómo los encargos llegaban desde todas partes de España.

Obtuvieron la titulación de gemólogos especialistas en diamante por la Universidad de Barcelona y fueron miembros de la Asociación Gemológica de Gran Bretaña. Recibieron la insignia de oro de la Asociación de Empresarios de Joyería, Platería, Relojería y Bisutería de Asturias en 2001. Con el fallecimiento de Manolo en 2021 y ahora de Tino se va una parte importante de la historia del comercio moscón y una época en la que los "hermanos Tarralva" fueron una institución en Grado.