Bodas de plata del cura moscón Arturo García, con emotivo homenaje de sus feligreses de Salas en el Seminario de Oviedo

Bodas de plata de Arturo García Rodríguez, sacerdote natural de Grado, arcipreste de El Fresno y párroco de Cornellana (Salas). El religioso moscón es uno de los que este jueves ha celebrado en el Seminario Metropolitano de Oviedo los 25 años transcurridos desde su ordenación en un acto presidido por el Arzobispo Jesús Sanz Montes.

En realidad, la celebración ha servido para conmemorar las bodas de oro y de plata sacerdotales de un numeroso grupo de curas que, tras el acto en la Capilla Mayor del Seminario, han disfrutado en hermandad de una comida a la que también han podido acudir los familiares de los religiosos homenajeados.

Arturo García, "Arturín el cura", es un sacerdote muy querido y conocido en Grado, donde vivió su infancia y juventud y nació su vocación, que ya manifestó antes de terminar sus estudios en el instituto César Rodríguez de la villa, según recuerdan quienes eran sus compañeros y aún hoy son sus amigos moscones. Hijo de un Guardia Civil, Julio García, ya jubilado, y de Rufina Rodríguez, recientemente fallecida, tiene dos hermanos menores, Julio y María. Todos ellos crecieron viviendo en el Cuartel de la capital moscona: La familia es muy apreciada en el concejo y en San Román de Candamo, donde se trasladó la residencia familiar a la jubilación del padre.

Arturo García ha sido cura en diversos lugares, como El Cristo, La Manjoya, San Esteban de Las Cruces y Santa María de Bendones, en Oviedo, El Coto (Gijón) o capellán del Hospital Central de Asturias, entre otros destinos. Hombre cuya vocación está basada en la ayuda a los demás y en la convicción de que es posible acercar la Iglesia a quien más alejados están de sus creencias, es actualmente arcipreste de El Fresno y párroco de Cornellana, en Salas, municipio en el que además se ocupa de otras localidades.

Hay en Salas también un gran reconocimiento a este cura moscón que ejerce el sacerdocio dentro de las iglesias, pero también fuera, visitando a los feligreses y ayudándoles en todo aquello que sea necesario. "Si tiene que coger el coche para llevar a gente a la peluquería, al médico o a donde tengan que ir, lo hace", cuentan en Salas entre otras bondades de Arturo García. El cariño quedó patente este jueves cuando, tras ser llamado en la comida para la entrega de un obsequio, hicieron la entrada en el salón del Seminario un numeroso grupo de fieles salenses y de otras zonas que no quisieron faltar a esta cita y homenajear así a su querido sacerdote.