Oviedo, Luis MUÑIZ

Estados Unidos y la Unión Europea dejaron ayer atrás, definitivamente, sus diferencias en materia de política antiterrorista y pactaron una nueva estrategia que, en palabras del ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, combina «firmeza» y «tolerancia». Por ese acuerdo, la UE y EE UU se obligan a no emplear la tortura ni los castigos degradantes y a no basarse en criterios discriminatorios como la raza, la etnia o la religión.

Rubalcaba, quien dirigió el último Consejo de Ministros de Interior bajo la Presidencia española de la UE, habló de una «estrategia compartida, que coincide el cien por ciento». «Un mensaje claro y unitario» de «firmeza contra el terrorismo» y «tolerancia hacia las otras culturas», añadió el Ministro, citado por la agencia «Efe.

El coordinador antiterrorista de la UE, Gilles de Kerchove, resumió así el objetivo de la nueva estrategia: «Ayudar al presidente de los Estados Unidos a pasar de la guerra global contra el terror al paradigma judicial y de aplicación de la ley».

De Kerchove reconoció que algunas medidas tomadas por la Administración Bush, caso de la apertura de la cárcel de Guantánamo, las torturas y las cárceles secretas de la CIA, pusieron las cosas «difíciles» al final del segundo mandato del predecesor de Barack Obama.

Sin embargo, el alto cargo de la Unión recordó que, para impulsar el cambio de estrategia, los europeos han acogido ya a una veintena de presos de Guantánamo. Esa contribución fue reconocida por el subsecretario de Estado norteamericano, Philip J. Crowley, en un comunicado difundido al término de la reunión.

«El compromiso con los socios de la UE lleva a trabajar juntos para combatir la amenaza del terrorismo» respetando «los valores comunes de libertad y democracia», así como «el derecho internacional, el Estado de derecho y los derechos humanos», señala Crowley, informó «Europa Press».