Washington / Oviedo

EE UU continúa incrementando su presión sobre la petrolera British Petroleum (BP). El vicealmirante de los Guardacostas James Watson ha transmitido a BP un ultimátum de 48 horas para que ofrezca una opción al vertido mejor que las hasta ahora barajadas. Watson ha advertido a la compañía en una carta de que los planes que está exponiendo para contener el vertido del golfo de México, iniciado el pasado 20 de abril, no tienen el suficiente alcance.

El vicealmirante subrayó que el volumen del vertido ocasionado por la explosión de la plataforma «Deepwater Horizon», en la que murieron once operarios, se ha incrementado drásticamente. La carta de Watson es respuesta a otra de BP en la que se detallan los planes por fases para contener el vertido, la mayoría de los cuales serían efectivos sólo para mediados de julio. Además, el pasado viernes EE UU hizo público que el volumen de crudo vertido en las primera semanas de la catástrofe, hasta la instalación de una campana metálica de contención, fue del doble de lo estimado por la empresa.

En mitad del fuego graneado que está cayendo sobre la tercera petrolera mundial, que ha perdido el 60% de su valor en Bolsa desde el inicio del vertido, el presidente de EE UU, Barack Obama, mantuvo ayer una conversación telefónica con el primer ministro británico, David Cameron, en la que abordaron el impacto del derrame.

Ambos reiteraron la importancia de que BP haga «todo lo que pueda para responder de forma efectiva a la situación», informó la residencia oficial estadounidense en un comunicado. BP tiene un enorme protagonismo en la economía británica, como demuestran los casi 1.160 millones de dólares que pagó en impuestos el año pasado.