Oviedo, Eugenio FUENTES

El presidente de EE UU, Barack Obama, cerró ayer 24 horas de grave crisis militar con la destitución del general Stanley McChrystal como comandante en jefe de las tropas de EE UU y la OTAN en Afganistán. McChrystal, que oficialmente presentó su dimisión a Obama en una reunión de media hora en la Casa Blanca, será sustituido por el general David Petraeus, el hombre que invirtió el curso de la guerra de Irak en 2007. Petraeus era hasta ayer comandante en jefe del Comando Central, que abarca desde el este de África hasta Afganistán, y, por tanto, el superior inmediato de McChrystal.

La destitución de este último, un brillante general encargado desde 2009 de aplicar la nueva estrategia para Afganistán, ha sido la consecuencia de la publicación de un reportaje de la revista «Rolling Stone» en la que, sin ponerlas directamente en su boca, se reflejan duras críticas de McChrystal hacia Obama, el vicepresidente Biden, y otros altos cargos de la Seguridad Nacional.

En el reportaje, titulado significativamente «El general en fuga», se plasma el descontento de la cúpula militar de EE UU en Afganistán con la Casa Blanca, a la que se considera poco comprometida con la guerra. De hecho, la entradilla afirma literalemente: «McChrystal ha tomado el control de la guerra, sin perder nunca de vista al verdadero enemigo: los blandengues de la Casa Blanca».

El texto describe a un McChrystal que ve a Obama «poco implicado» en Afganistán después de reunirse con él en Washington. También lo muestra muy crítico con el enviado especial de Obama para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, tachado de «animal herido», con miedo hasta de leer sus correos electrónicos. Algunos ayudantes de McChrystal se refieren al consejero de Seguridad Nacional, James Jones, como «un payaso» que «se ha quedado colgado en 1985».

El relevo, que produce cierta incertidumbre en EE UU, en la OTAN y en Afganistán, fue anunciado por el propio Obama durante un discurso de ocho minutos en la rosaleda de la Casa Blanca. Flanqueado por Biden, el propio Petraeus y el jefe del Estado Mayor, Mike Mullen, Obama, citado por Efe, precisó: «Lo hago con gran pena, pero sé que es lo correcto para la misión de nuestras tropas en Afganistán, para nuestro país y nuestra seguridad nacional». El presidente matizó que no se ha tomado los comentarios de McChrystal como una «ofensa personal», pero sí como palabras inaceptables en un comandante en jefe. «Me gusta que haya debate, pero no toleraré divisiones entre el equipo a cargo de la guerra», sentenció, antes de precisar que cambia el jefe militar pero la estrategia permanece idéntica.