McChrystal habló poco

Son pocas las frases puestas en boca del destituido comandante en jefe en el reportaje de «Rolling Stone». La mayoría son afirmaciones de sus ayudantes.

Contra Obama

Según fuentes cercanas a la primera reunión de McChrystal con Obama, una semana después de la toma de posesión de éste, el general encontró «incómodo e intimidado» al presidente ante los militares. Cuatro meses después, su primera reunión privada no fue mucho mejor. Un asesor de McChrystal la describe como una «operación fotografía» de diez minutos. «Estaba claro», añade, «que Obama no sabía nada de él ni de quién era. Allí estaba el tipo que iba a dirigir su jodida guerra, pero él no parecía muy comprometido. El jefe salió muy decepcionado».

Contra Biden

Repasando las notas de una charla que tiene que dar en París, McChrystal intenta imaginar qué pregunta sobre el vicepresidente de EE UU, Joseph Biden -con quien ha tenido choques sobre la estrategia antiterrorista-, le tocará ese día. El general y su equipo imaginan entre risas esta contestación: «Está usted preguntando por el vicepresidente Biden, ¿quién es ése?». Un ayudante hace un juego de palabras entre Biden y la expresión «Bite me», que literalmente significa «muérdeme», pero que, en la práctica, se utiliza como respuesta despectiva traducible por «chúpamela».

Contra Jones

Un ayudante llama al Consejero de Seguridad Nacional, James Jones, teniente general retirado, «payaso» que sigue «colgado en 1985».

Contra Holbrooke

McChrystal, afirma el reportaje, tiene especial escepticismo respecto al enviado presidencial para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke. «El jefe dice que es como un animal herido», afirma un ayudante. «Holbrooke siempre está oyendo rumores de que va a ser despedido y eso lo vuelve peligroso». En París, McChrystal mira su Blackberry: «¡Oh, no!, otro mail de Holbrooke», gruñe. «No me apetece ni abrirlo».

Contra Eikenberry

La relación más tirante, asegura «Rolling Stone», se da entre McChrystal y Karl Eikenberry, el embajador de EE UU en Kabul. Según sus allegados, Eikenberry -general de tres estrellas retirado, que sirvió en Afganistán en 2002 y 2005- no soporta que su antiguo subordinado sea ahora quien mande. McChrystal dice sentirse «traicionado» por un escrito del embajador contra su estrategia.

A favor de Clinton

Sólo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, recibe buenas críticas del círculo de McChrystal. «Hillary protegió a Stan durante la revisión estratégica», cuenta un asesor. «Ella dijo: si Stan quiere algo, dadle todo lo que necesite».