El dirigente de las juventudes del PP Ángel Carromero, condenado por Cuba en 2012 a cuatro años de cárcel por el accidente de tráfico en el que fallecieron los líderes opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero, acusa a los servicios secretos cubanos tanto del accidente como de la muerte de Payá en una entrevista publicada ayer por el diario «El Mundo». Carromero afirma que Payá salió vivo del siniestro y falleció posteriormente.

El dirigente popular fue condenado por el homicidio imprudente de los opositores en el accidente, que ocurrió el 22 de julio de 2012. Tras varios meses en una cárcel cubana, España y Cuba lograron un acuerdo para que cumpliera su condena en Madrid. Actualmente disfruta del tercer grado penitenciario con control telemático, lo que le permite dormir en su casa.

Carromero sostiene que el siniestro fue «una coartada perfecta para ocultar la muerte del único opositor que podía liderar la transición en Cuba», en personal valoración sobre la proyección política de Payá. «Los servicios secretos lo asesinaron», dice Carromero, quien detalla que «un vehículo azul» comenzó a perseguirle antes de «embestirles por detrás» y «sacarles de la calzada». Es entonces cuando manifiesta estar «seguro» de que Payá «salió vivo del accidente».

«Las enfermeras y un párroco me aseguraron que en el hospital ingresamos los cuatro», declara. El cuarto pasajero del vehículo accidentado era Jens Aron Modig, presidente de la Liga Juvenil Cristianodemócrata (KDU) sueca.

Carromero, asesor del grupo popular en el Ayuntamiento de Madrid, afirma que el juicio contra él no fue justo» y asegura que «la Fiscalía cubana fue fabricando pruebas conforme avanzaba el proceso». La defensa, asegura, «no tuvo acceso ni al coche ni a ningún testigo. Fue una pantomima, los testigos llevaban las declaraciones escritas en la palma de la mano», denuncia.

Sobre su aceptación en el juicio de la versión oficial cubana, asegura que le dijo a su abogado español: «En España saben que no ha sido un accidente, ¿verdad?». A lo que el letrado respondió que sí, aunque le recomendó atenerse a la versión oficial. «Me aseguró que el Gobierno y mi partido estaban conmigo», dice.

Tras conocer las palabras del popular, el responsable de Relaciones Institucionales del PSOE, Antonio Hernando, exigió al ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que explique si cree esas «gravísimas acusaciones» y le pidió que tome «cartas en el asunto». Por su parte, el diputado por Asturias de IU, Gaspar Llamazares, le animó a acudir a la justicia con su nueva versión aunque dudó de su credibilidad, porque, dijo, «si tuviera algo lo habría presentado a su vuelta a España».