La jornada de ayer, que habría de ser la del acuerdo entre el presidente Yanukovich y la oposición, todavía comenzó marcada por la crispación en las calles. Tras una noche de calma tensa en la que miles de personas permanecieron en la plaza de la Independencia de Kiev, la Policía denunció a muy primera hora que los manifestantes habían abierto fuego contra los agentes desplegados en la plaza que ahora medio mundo conoce simplemente como Maidán (plaza en ucraniano).

"Los participantes en los desórdenes masivos han abierto fuego contra los oficiales de Policía y han intentado avanzar violentamente en dirección a la sede del Parlamento", denunció un comunicado policial. Apenas tres cuartos de hora después, la Policía reconoció haber respondido al fuego de los manifestantes, aunque no aclaró si se habían registrado heridos o víctimas mortales en estos tiroteos. Los manifestantes no quisieron responder al comunicado policial.

Por la tarde, y en una iniciativa cuyo alcance está por determinar, el Parlamento aprobó la destitución del ministro del Interior en funciones, Vitali Zajarchenko, por el uso de la "violencia" contra los manifestantes. Zajarchenko es una figura muy odiada en el Maidán por sus reiteradas andanadas represivas contra los manifestantes antigubernamentales. El líder opositor Vitali Tiahnibok había indicado poco antes que el consejo que representa a los manifestantes de la plaza de la Independencia de Kiev había exigido que Zajarchenko y el fiscal general sean excluidos de todo gobierno interino.