La isla italiana de Lampedusa, al límite tras recibir a más de 8.000 migrantes en siete días

El número de migrantes que llegan a Italia por vía marítima sigue aumentando a ritmos frenéticos. Tan solo del pasado 17 de julio a al domingo 23 llegaron a las costas del país europeo 8.200 personas, la mayoría tras zarpar de Libia y Túnez, país con el cual Giorgia Meloni y la Unión Europea (UE) acaban de sellar un pacto de 105 millones de euros precisamente para sellar esta ruta migratoria. Una situación que, una vez más, ha desbordado el pequeño centro de acogida de la diminuta isla de Lampedusa.

Más aún, los datos, suministrados por el Ministerio de Interior de Italia y actualizados al 23 de julio, cifran en 86.132 el número de extracomunitarios llegados a Italia en lo que va de este 2023. Es decir, se trata de más del doble que los migrantes recibidos en 2022 (36.600) y en 2021 (27.223), según los datos que la autoridad ha ido actualizando a lo largo de este año. El organismo también precisa que las principales nacionalidades de origen de los migrantes son (en este orden): Costa de Marfil, Guinea, Egipto, Bangladés, Pakistán y Túnez. 

La llamativa aritmética ha coincidido con la última maniobra de Meloni para hacer frente al fenómeno: su decisión de organizar una gran conferencia sobre asuntos migratorios en Roma. La iniciativa, celebrada el domingo, contó con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y en la que también participaron -además del polémico presidente tunecino, Kais Saied- diversos líderes de países africanos y árabes.

910 menores solos

Nuestro objetivo es luchar "contra la inmigración ilegal, gestionar los flujos legales de la inmigración, apoyar a los refugiados, y sobre todo, lo más importante (…) una cooperación amplia para apoyar el desarrollo de África, en particular de los países de origen (de los migrantes)”, afirmó Meloni.

Pese a ello, medios locales informaron de que la situación en el terreno en estos momentos en Lampedusa es tal que se corre el riesgo de revueltas y protestas prolongadas. Particularmente preocupante, según el diario 'La Repubblica', es asimismo el caso de unos 910 menores no acompañados que se encuentran en el centro de acogida, algunos de los cuales llegaron hace ya tres semanas y no han podido ser trasladados debido al elevado número de llegadas.

Policías tensos

Diversos analistas consideran que los pronósticos no son buenos. Las razones: la crisis en Túnez, la inestabilidad constante de Libia, la guerra en Sudán, y ahora también la suspensión del acuerdo del grano ucraniano, lo que conlleva el riesgo de agravar las hambrunas y empujar a más gente a emprender los arriesgados viajes por el Mediterráneo. 

Como si no fuera suficiente, la situación también está tensando a las fuerzas del orden italianas. En las últimas horas, Domenico Pianese, secretario general del sindicato de policía Coisp, lo ha explicado claramente: "En puerto Empedocle, por ejemplo, “hay menos de 20 miembros de las fuerzas del orden, (que están) obligados a trabajar en turnos de 14 a 16 horas al día y en condiciones laborales inaceptables, incluso sin las protecciones adecuadas para resguardarse del calor abrasador de estos días".

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