Cita con las urnas

El ultraderechista Javier Milei se convierte en el nuevo presidente argentino con 11 puntos de diferencia sobre Sergio Massa

El histriónico candidato de la ultraderecha obtuvo el 55,78% de los votos, contra el 44,21% de su rival peronista, que reconoció el traspié antes de que se conociera el resultado oficial

Javier Milei gana las elecciones en Argentina

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Abel Gilbert

"Hoy comienza la reconstrucción de Argentina, el fin de la decadencia. Es una noche histórica". Los argentinos arrojaron al aire la moneda de la desesperación y mostró el rostro ganador de Javier Milei. El histriónico candidato de la ultraderecha se impuso a Sergio Massa por 11,57 puntos. Obtuvo el 55,78% de los votos, contra 44,21% de su rival. Tuvo cinco millones de sufragios más que el primer turno. Otra vez las encuestas demostraron que son infalibles pero para errar pronósticos. Massa reconoció el traspié antes de que se conociera el resultado oficial. "Fue una campaña larga, difícil, con tintes ríspidos que deben ser abandonados. Se pusieron en juego dos propuestas de país. Argentina tiene un sistema democrático sólido y respeta siempre los resultados. No son los que esperábamos. Me he comunicado con Milei para saludarlo".

Milei se tomó dos horas para aparecer públicamente. "Se termina la idea del Estado omnipresente. No hay vuelta atrás. Volvemos a abrazar el modelo que nos hizo una potencia mundial", dijo en su noche triunfal. El ganador de estos comicios había prometido soluciones draconianas a cambio de una remota prosperidad y capturó el favor en las urnas y el fervor incluso de una parte decisiva de la sociedad. Lo eligieron los millonarios, deseosos de terminar con el populismo, la clase media furiosamente antiperonista y millones de pobres que habían dejado de creer en nada porque lo han perdido todo: trabajo, educación, seguridad. Todos pasaron por alto sus excentricidades: la condición de enviado celestial, la especialidad en sexo tántrico, la comunicación telepática con los perros, a los que considera sus "hijos de cuatro patas", y su flamante novia imitadora de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, futura Primera Dama. En su primer discurso ratificó la decisión de avanzar por la senda prometida. "Los cambos serán drásticos. No hay lugar para la tibieza. Si no avanzamos rápido nos dirigimos derecho a la peor crisis de nuestra historia".

Simpatizantes de Javier Milei celebran en Buenos Aires la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales

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Primeras advertencias

El outsider Milei es hijo victorioso de un país arruinado, sin reservas internacionales en el Banco Central y con un 150% de inflación anual que azota especialmente al 40% de la población pobre. El 60% de los niños y adolescentes se encuentran en esa condición. Los desfavorecidos de siempre optaron, bajo esas circunstancias, por un economista que considera a la justicia social una aberración y debe imperar la ley del más fuerte. Al hablarle al país como mandatario electo, Milei le tendió la mano a la oposición. "Es más importante lo que nos une que nos separa. Tenemos problemas monumentales por delante. Solo tienen solución si abrazamos la bandera de la libertad". No obstante, advirtió a sus seguidores, que se abarrotaron alrededor del bunker de La Libertad Avanza (LLA), que habrá "gente que va a resistir" sus políticas."Quiero decirles, dentro de la ley todo, fuera de la ley nada. No hay lugar para los violentos. Seremos implacables para quienes intenten defender los privilegios". Los simpatizantes corearon: "Cristina (Fernández de Kirchner) va a ir presa".

Razones de un triunfo

Milei, el anarco capitalista que viene del mundo empresarial, sedujo a los unicornios de la economía y a los cuentapropistas, propuso lo inverosímil, desde delegar la soberanía monetaria a Estados Unidos, privatizar la salud y la educación, promover la venta de órganos, rechazar las políticas de género y alabar a Margaret Thatcher. Ha prometido anular la ley de despenalización del aborto. Incontinente, atacó al papa Francisco. La Iglesia Católica no cerró filas públicamente con el Pontífice. Puso en duda la magnitud de la represión de la última dictadura militar (1973-83) y se burló del cambio climático. La desilusión colectiva tuvo más peso que las amenazas, jactancias y exabruptos terraplanistas, al punto de ganarse la simpatía de más de la mitad de los jóvenes. Ellos estuvieron presentes en los fastos triunfales, y aclamaron a Milei cuando dijo: "se ha terminado una forma de hacer política. Venimos a hacer lo mismo que en el siglo XIX (cuando Argentina era el granero del mundo y no existían los derechos laborales). Dentro de 35 años volveremos a ser una potencia mundial".

Sergio Massa reconoce su derrota y felicita al nuevo presidente argentino Javier Milei

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Milei tomará las riendas del país a cuatro décadas del recambio institucional que, de la mano de Raúl Alfonsín, puso en marcha la transición democrática después de siete años de una dictadura militar que ha comenzado a ser reivindicada por la ultraderecha, en particular la candidata a vicepresidente, Victoria Villarruel. El futuro presidente gobernará sin gobernadores provinciales, con los sindicatos, los colectivos feministas, las minorías sexuales y los movimientos sociales en contra. La Argentina está partida en dos por razones que ya exceden la polaridad kirchnerismo-antikirchnerismo.

La transición

"Desde mañana, la responsabilidad es de Milei", dijo Massa. El presidente Alberto Fernández intervino desde su cuenta en la red X: "El pueblo ha expresado su voluntad. Nada valoro más que el veredicto popular. Mañana para organizar una transición ordenada". Luego se comunicó con el ganador de los comicios. El anarco capitalista le pidió al Gobierno saliente "que se haga cargo hasta el 10 de diciembre". Milei, señalaron los analistas, quiere que el peronismo pague el costo de la debacle previa.

La transición

Massa propuso que Milei se reúna con Fernández mañana mismo. "Un minuto después de que se conozca el resultado comienza la transición", dijo Diana Mondino, quien suena como próxima ministra de Exteriores. El lunes es feriado en Argentina. El candidato triunfante se verá obligado a ofrecer algunas precisiones de su Gobierno 24 horas más tarde. La expectativa de los mercados es enorme, pero también la de los argentinos en general. Los mecanismos de contención del precio del dólar, que ha experimentado escaladas brutales durante los últimos meses, y la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) obligarán a Milei a emitir señales urgentes. No se descartaba una corrida cambiaria que termine de pulverizar el peso, la moneda nacional, para allanar el camino de una eventual dolarización de la economía. Los analistas esperarán corroborar la distancia entre sus propuestas de campaña –entre ellas la dolarización y el cierre del Banco Central- y la realidad. Durante las últimas semanas ratificó sus propósitos y se desdijo muchas veces. Su voluntad de llevar adelante un ajuste de proporciones –reducción de un 15% del gasto público- es inequívoca y el posible factor de malestar social.

El lunes es feriado en Argentina. La expectativa de los mercados es enorme, pero también la de los argentinos en general. Los mecanismos de contención del precio del dólar, que ha experimentado escaladas brutales durante los últimos meses, y la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) marcarán el pulso de los 21 días de transición. No se descartaba una corrida cambiaria que termine de pulverizar el peso, la moneda nacional, para allanar el camino de una eventual dolarización de la economía. Con el correr de las semanas se corroborará la distancia entre sus propuestas de campaña –entre ellas la dolarización y el cierre del Banco Central- y la realidad. Durante las últimas semanas ratificó sus propósitos y se desdijo muchas veces. Su voluntad de llevar adelante un ajuste de proporciones –reducción de un 15% del gasto público- es inequívoca y el posible factor de malestar social.

 El ultraderechista ya ha avisado su decisión de subordinarse no solo a Estados Unidos sino alinearse de manera inequívoca con Israel. También dijo que se convertirá al judaísmo. Su victoria en las urnas no solo se debió a la voluntad de cambio sino a "las fuerzas que vienen del cielo".