Giro político

Argentina: Javier Milei inicia su presidencia arropado por la ultraderecha global

España estará representada oficialmente por el rey Felipe VI y Juan Fernández Trigo, secretario de Estado para Iberoamérica. La ultraderecha argentina recibe a la par con los brazos abiertos a Gonzalo Abascal, de Vox

Javier Milei.

Javier Milei. / EFE

Abel Gilbert

A partir de este domingo, Argentina se convierte en un laboratorio social y económico de la ultraderecha que suscita la atención de casi todo el mundo. El director de este experimento inédito, a 40 años de la restauración democrática, es Javier Milei. La presidencia del anarcocapitalista comienza en medio de sensaciones enfrentadas. Aquellos hombres y mujeres que lo votaron esperan el milagro prometido de un país pujante como era la arcadia agraria de finales de siglo XIX o, como insistió durante su campaña electoral, una nueva Irlanda. Los que lo rechazaron en las urnas se preparan para un nuevo ciclo de desesperanza y exclusión. Más allá de las expectativas y temores que se puedan dibujar en el horizonte inmediato, los argentinos cargan el peso del presente: una pobreza inédita que azota a casi el 45% de los habitantes y que puede ser peor si los precios son arrastrados por una nueva tormenta inflacionaria que ya se percibe en la calle.

El líder de La Libertad Avanza (LLA), un partido marginal hasta las parlamentarias de 2021, cuando obtuvo el 17% de los votos en la ciudad de Buenos Aires, recibirá los atributos de mando en una ceremonia en la que los ritos institucionales se confundirán con la efervescencia ideológica. Y no solo porque Milei ha decidido darle la espalda al Congreso y hablarle al país en las escalinatas de la legislatura -gesto populista observado como una "mala señal" por el diario La Nación que tanto lo promovió- sino por la red de alianzas y amistades políticas que lo acompañarán en el minuto cero de su Gobierno. España estará representada oficialmente por el rey Felipe VI y Juan Fernández Trigo, secretario de Estado para Iberoamérica. La ultraderecha argentina recibe a la par con los brazos abiertos a Gonzalo Abascal, de Vox. Esa suerte de doble delegación, una oficial, atada al protocolo, y otra partidaria y afectiva, se repetirá con Chile. El presidente Gabriel Boric decidió finalmente aterrizar en Buenos Aires en honor a la buena vecindad. Pero también participará de los fastos de la asunción el pinochetista y aspirante presidencial José Antonio Kast. Brasil no estará representado por Luiz Inácio Lula da Silva, ofendido con Milei por haber sido tachado de ladrón. En su nombre estará el ministro de Exteriores, Mauro Vieira. El estrellato brasileño le corresponde por estas horas a Jair Bolsonaro, quien ya se reunió con su amigo argentino.

Nuevos aliados

El rumor sobre la presencia del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, flotaba en esta ciudad en las vísperas del cambio de Gobierno. Lo mismo se ha dicho, sin mayores fundamentos, sobre Donald Trump. Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, una ardiente defensora de militares condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura (1976-83), estarán acompañados por otros invitados entre los que sobresalen el presidente húngaro Viktor Orbán y el ministro de Exteriores de Israel, Eli Coheny el salvadoreño Nayib Bukele, tres nuevas referencias que informan de un nuevo realineamiento político de Argentina. Estados Unidos ha enviado a Jennifer M. Granholm, Secretaria del Departamento de Energía. La cuestión ambiental aparece como un factor que podría enturbiar las relaciones con Washington mientras se encuentre Joe Biden en la Casa Blanca. Milei asegura que el cambio climático es un invento de los comunistas.

La hora del pragmatismo

La ultraderecha global quiere convertir la ceremonia de Buenos Aires en un acontecimiento que traspase las fronteras argentinas. En este contexto, Milei, el excantante de rock y exportero dueño de un lenguaje estridente capaz de capturar la imaginación de jóvenes y aquellos que habían dejado de creer en todo, amaga con convertirse en faro de estos sectores radicales. Llegó a la presidencia denunciando la existencia de una “casta” política, sinónimo inequívoco de la corrupción, que había arruinado al país. Pero ahora es esa misma “casta”, o parte de ella, la que le aporta los cuadros de gestión para garantizar que la gestión pueda ponerse en marcha. Milei cuenta con 37 diputados y siete senadores. Carece de gobernadores provinciales. Ganó en el segundo turno con el respaldo del expresidente de derechas Mauricio Macri y de la candidata que lo representaba en esas elecciones, Patricia Bullrich.

El presidente electo devolvió favores no solo nombrando a la bolsonarista Bullrich como ministra de Defensa. Macri parece funcionar como una suerte de contrapoder que limita el accionar del nuevo jefe de Estado. Milei se ve obligado a archivar temporalmente su programa anarcocapitalista y su anunciado deseo de reducir el Estado a la mínima expresión, eliminar el Banco Central y dolarizar la economía. La iracundia devino en Milei un temprano reconocimiento de sus limitaciones y por eso convocó a figuras estelares del macrismo tan denostado en tiempos de campaña electoral así gerentes de empresas y funcionarios que participaron de la experiencia neoliberal de los años noventa con el peronista Carlos Menem. Carlos Pagni, un sagaz analista político del diario La Nación, señaló al respecto que La Libertad Avanza, la fuerza ganadora de los comicios, "fue un producto atractivo para muchos ciudadanos por esas características que ahora, bajo la lupa de la gobernabilidad, se ven como carencias. En síntesis: ahora, la que avanza es la realidad".

La ruta económica

Como parte de ese giro pragmático, Luis 'Toto' Caputo ha quedado al frente del ministerio de Economía. Se trata nada menos de uno de los responsables del gran endeudamiento externo de Argentina que se tradujo en una fuga de capitales sin precedentes durante la presidencia de Macri. En 2017, cuando se desempeñaba como su ministro de Finanzas, ordenó la emisión de bonos para utilizar como garantía de pago de las tarifas en dólares de los sectores que iban a invertir en el desarrollo de energías renovables. La Auditoría General de la Nación (AGN) ha comprobado que esa medida generó además una deuda indirecta de 7.368 millones de la moneda norteamericana. Caputo pidió que Santiago Bausili quedara al frente del Banco Central y Milei dio la luz verde. Cuando corrió el rumor de que asumiría ese cargo, la justicia revocó una imputación en su contra por negociaciones incompatibles con la función pública en su calidad de secretaría de Finanzas de Macri.

El Gobierno entrante tiene dificultades para completar el equipo económico, entre otras razones por la ausencia de una direccionalidad clara más allá de generalidades como la voluntad de subastar todos los bienes del Estado. De acuerdo con el portal La Política Online la posición más importante para la que no encuentran candidato es la de Secretario de Hacienda. Se trata nada menos del funcionario que deberá implementar el "ajuste histórico" del gasto público que Milei simbolizó durante su campaña en la motosierra. Apenas semanas atrás, el entonces candidato hablaba de una poda del 15% del presupuesto estatal prometido al Fondo Monetario Internacional (FMI). Caputo ya la redujo a un tercio y sigue siendo la fuente de potenciales conflictos sociales.

El papel de la hermana

Milei no tiene detrás suyo una maquinaria partidaria o institucional. Su capital ha sido la opinión pública y se acumuló en los estudios televisivos y las redes sociales. Esas simpatías pueden crecer o evaporarse según los efectos de sus medidas económicas. El economista llegó a la cima del Ejecutivo acompañado por su hermana Karina, un sostén tanto emocional como práctico en el armado de su partido y de las relaciones con otras fuerzas o factores de poder. Pero ella, apodada "El Jefe", no ocupará cargos en el Gobierno. Un decreto vigente prohíbe la designación de familiares “en línea recta como en línea colateral hasta el segundo grado” con el presidente, la vicepresidenta y los ministros. Nadie espera que la exrepostera de tortas se esfume de la escena política.

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